En el año 2011, llegaba a la programación de la pequeña pantalla de los espectadores norteamericanos, de la mano de la cadena televisiva “FOX”, poco más tarde, dicha producción sería retransmitida, en España, por la cadena de televisión “Cuatro” , una serie, Homeland, cuyo guión se basa en un tema que hoy en día, está, por desgracia, presente en las vidas de millones de personas, el terrorismo islámico, así como en las relaciones de Estados Unidos con los países árabes.
La serie comienza con el rescate, por parte de las fuerzas especiales de Estados Unidos, en suelo afgano, de un marine estadounidense, Nicholas Brody, el cual lleva secuestrado por Al-Qaeda 8 años. Pues bien, Brody es recibido en Estados Unidos como todo un héroe y mantiene reuniones con las más altas esferas del gobierno de dicho país. Sin embargo, no todo es tan bonito como parece, y la agente especial de la CIA, Carrie Mathison, sabiendo que un atentado de Al-Qaeda en suelo americano resulta altamente probable, comienza a dudar de Nicholas Brody y a investigar todos sus movimientos, así como las circunstancias del rescate.( No seguiré contando más detalles de la serie por si alguien no la ha visto y quiere hacerlo). De este modo, la trama comienza a enredarse de manera significativa y todo se va mezclando en torno a Nicholas Brody y Carrie Mathison, acusaciones mutuas (algunas muy graves), dificultades familiares, líos amorosos, problemas en el trabajo, etc. Además, y desde aquí hasta el final de la tercera temporada, además del terrorismo islámico, en el guión de los capítulos también se encontrará muy presente el trabajo de los servicios secretos y de inteligencia de USA, en algunas ocasiones muy criticados, a la vez que las relaciones diplomáticas y de inteligencia entre Estados Unidos e Irán. El final de la tercera temporada da un giro inesperado a la misma, lo que provocará que a partir de la cuarta temporada, aunque muchos de los personas son los mismos, la serie cambie de argumentación y parezca otra serie, que en muy poco tiene que ver con lo desarrollado anteriormente.
En definitiva, una serie que empezó muy bien, pero que para mi gusto lo mejor sería que hubiese acabado en ese trigésimo-sexto capítulo. Si eso hubiese sucedido, en mi opinión la producción rozaría el 10. En este caso, y pareciendo que son dos series en una, el nivel de la misma a partir de la cuarta temporada bajó. En la quinta aumentó algo, pero sin llegar a la altura de las primeras tres temporadas. En Enero de 2017, se ha estrenado la sexta temporada, veremos que nos depara. Sin embargo, y espero estar equivocado, no le auguro mucho futuro a esta magnífica secuencia de capítulos que fue durante los primeros 36 de la misma.