LONG TIME COMING (21 DICIEMBRE)
Según la RAE, el anticlímax es el momento en que desciende o se relaja la tensión después del clímax. Y esa es la mejor definición del último capítulo de la cuarta temporada de Homeland. Tras las emociones del asalto a la embajada estadounidense y la misión solitaria de Peter Quinn (Rupert Friend), el regreso a los E.E.U.U para el funeral del padre de Carrie (Claire Danes) es un anticlímax en toda regla... aunque a alguno le pueda parecer un coitus interruptus. Dicho de otra manera, menuda forma de pinchar el globo.
-AVISO SPOILERS-Pero hay que darle valor al riesgo que asumen los creativos detrás de la serie al despedir la temporada de una forma tan -perdonen la repetición- anticlimática. El plano final, en el que Carrie conduce sin rumbo, completamente desilusionada de su mentor, Saul (Mandy Patinkin), al que relaciona ahora con la falta de integridad de los políticos de su Gobierno, produce una desazón tremenda: justo lo contrario a querer ver la quinta temporada. También es verdad que en el capítulo From A to B and Back Again, Carrie estuvo a punto de matar a Saul, pero es mejor que olvidemos esos detalles si queremos disfrutar de Homeland. Ella acaba la temporada desencantada ¿seguirá luchando contra el terrorismo en la siguiente? Veremos. Pero antes de ese final, han pasado un montón de cosas. El funeral del padre de Carrie -una trama introducida probablemente por la muerte del actor James Rebhorn- nos lleva a la aparición de su madre, que le había abandonado siendo una niña. El cara a cara de Carrie con su madre (Victoria Clark) ayuda a profundizar seguramente en su personaje, pero como previamente no se le había dado importancia al asunto, esta trama nos pilla un poco a "contrapelo", sobre todo tras toda la acción de los episodios anteriores. Pero para mí lo peor es la subtrama protagonizada por Quinn. Vuelve de la nada, tras su misión suicida y le da un ¿esperado? beso a Carrie. Lo que podría haber sido el principio de una relación sentimental -que sinceramente me daba mucha pereza- se trunca -clásico de Homeland- por un simple malentendido. Literalmente, Quinn vuelve a la acción militar de la que quería retirarse porque Carrie tiene la cabeza en lo de su madre y su recién descubierto hermano. Lógico. Un poco más de paciencia podría haber tenido el chaval antes de dar de baja su móvil ¿o no?CAPÍTULO ANTERIOR: KRIEG NITCH LIEB