Sesenta personas rindieron tributo a las víctimas de la guerra
Las asociaciones masónicas de Zaragoza rindieron ayer homenaje en el cementerio de Torrero a 38 masones que fueron fusilados durante la guerra civil. Al acto asistieron unas 60 personas, en su mayoría miembros de logias masónicas aragonesas, y el concejal de IU del Ayuntamiento de Zaragoza José Manuel Alonso.
"Los masones fusilados en Zaragoza eran en algunos casos con cargos públicos y entre ellos había concejales y médicos, un arquitecto y un catedrático", explicó el hermano orador Bonifacio Martín. "También había personas que desempeñaban trabajos manuales, como un alpargatero o un electricista, que fueron perseguidos por sus ideas masónicas", añadió.
MRGM. de la
GLE. MRH. Oscar de Alfonso, deposita
ofrenda floral
El Grande
Oriente Español, en su Constitución del año 1934, declara:
“…la Francmasonería es un movimiento del
espíritu, dentro del cual tienen cabida todas las tendencias y convicciones
favorables al mejoramiento moral y material del género humano. La Francmasonería no
se hace órgano de ninguna tendencia política o social determinada.
Su misión es la de estudiar desinteresadamente
todos los problemas que conciernen a la vida de la humanidad para hacer su vida
más fraternal. La
Francmasonería declara reconocer, por base de su
trabajo, un principio superior e ideal, el cual es generalmente conocido por la
denominación de Gran Arquitecto del Universo. No recomienda ni
combate ninguna convicción religiosa, y añade que ni puede, ni debe, ni quiere
poner límites, con afirmaciones dogmáticas sobre la Causa Suprema a las
posibilidades de libre investigación de la verdad.”
