Revista 100% Verde

Homenaje al Jardín Japonés

Por Espaciosvivos
En el año 2008 por estas fechas tuve la suerte de asistir a un seminario de jardines japoneses, en la Universidad de Arte y Diseño de Kyoto. Fue una experiencia increíble y única, puesto que fue un viaje que hice sola, a un mundo diferente y por supuesto con muchas ganas de aprender de esos paisajes y jardines.
Homenaje al Jardín Japonés
El curso se impartía en inglés y los alumnos que me acompañaron en este seminario eran europeos y americanos. Y los profesores eran europeos y japoneses. Estos últimos hablaban tan mal inglés como nosotros los españoles, por lo que me resultaba mucho más fácil entenderles a ellos que al resto. Fue una experiencia muy interesante por muchas razones. Una de ellas es que era mi primer viaje a un lugar extranjero tan lejos y totalmente sola (debo decir que jamás tuve un problema). Otra razón es que Japón, sus jardines y su cultura siempre me han llamado la atención.
Bueno podría hablar de cada uno de los jardines que visité en Japón, pero quería hablar de uno de ellos en concreto Shisendo. Un día durante el curso me levanté enferma y no pude asistir a las clases de la universidad, y al mediodía cuando me encontré mejor, me acerqué a este jardín que me recomendaron. A pesar de la fiebre que tenía pude disfrutarlo y creo que incluso me ayudó a recuperarme, porque al día siguiente me encontraba como nueva.
Es un jardín realizado por Jôzan Ishikawa, perteneciente a una familia de samurai y consejero del Shogun Tokuwaga, durante el Período Edo, en el año 1936.
Este jardín se encuentra en una calle estrecha por lo que su acceso sugiere cierto recogimiento y calma.
Homenaje al Jardín Japonés
El autor del jardín estuvo en Kyoto aprendiendo las artes de la filosofía, té y diseño de jardines. Todo ello muy vinculado entre sí. Por ello el jardín tiene una mezcla de lo típicamente tradicional y los jardines de té. Es una mezcla de jardines de paisaje seco o karesansui, con jardines de paseo (típico de los jardines de té).
La primera imagen del jardín es realmente impresionante. Es un espacio que atrapa al espectador desde el principio. Lo primero que se ve es lo siguiente:
Homenaje al Jardín Japonés
Es un grupo de setos de azaleas que están recortadas con unas formas redondeadas. Esta técnica tiene un nombre específico, se llama Karikomi. Para observar este espacio, el espectador se sienta en un pabellón, que sirve de mirador.

Homenaje al Jardín Japonés

Fuente: William Corey Gallery
El fondo del paisaje formado por las azaleas se introduce en él mediante otra técnica del "Paisaje Prestado" o Shakkei. La azalea se mantiene estática mientas el fondo cambia.
El suelo es arena blanca que aporta luz a la composición y que es rastrillado con gran sutileza.

Homenaje al Jardín Japonés

Las rastrilladas de la arena dinamizan el espacio, incluso se podría decir que recuerda a un ligero movimiento del agua. Es como si las piedras y elementos vegetales que se encuentran en el centro de la composición formaran parte del agua y estuvieran flotando.
Cuando estás sentado observando esta escena, preciosa, al fondo se puede apreciar un sonido hueco, producido por un Shishiodoshi. Se trata de un bambú donde por un lado cae el agua y cuando se llena golpea una piedra, produciendo un golpe seco.
Al bajar el nivel quedando las azaleas en un nivel superior el jardín sigue siendo una maravilla.
Homenaje al Jardín Japonés

El recorte de los setos es constante, simulando paisaje o simplemente rocas y piedras, elementos muy valorados en la religión sintoista en Japón pues son lugares donde se encuentran alojados los dioses.
Homenaje al Jardín Japonés
El agua también es un elemento indispensable en la composición de los jardines ya sea en el jardín seco, donde el suelo siempre o casi siempre simula agua en movimiento o el agua en sí que es parte protagonista de alguno de los rincones de los jardines.
Homenaje al Jardín Japonés

La estructura formal que tiene el jardín debido al recorte de las azaleas, se combina con la presencia de otros árboles, arbustos y herbáceas, aportando mayor naturalidad al paisaje o jardín.
Homenaje al Jardín Japonés

Los pabellones en los jardines japoneses están muy presentes, porque consideran que son rincones estratégicos o miradores de los que disfrutar ciertas zonas. En este caso y como se ha comentado antes, al tener el alma de un jardín de té o de paseo, es imprescindibles estas ligeras y pequeñas construcciones, para admirar la naturaleza en su recorrido. Es un jardín para recorrerlo despacio, entrar en contacto con la naturaleza y el paisaje y poder alcanzar la espiritualidad que promueve la ceremonia del té.
Para acceder a los jardines japoneses normalmente se hacen descalzos en los casos de los pequeños templos o pabellones y en Shisendo para recorrer la parte inferior del jardín, había que ponerse un calzado especial a modo de chanclas que impiden el paso rápido y por tanto una visita calmada intentando recobrar el espíritu del jardín que una vez concibió su autor.
Terminado el recorrido de Shisendo, y cuando finalicé el seminario de jardines japoneses y mi viaje al país del sol naciente, mi visión de los jardines cambió. Los japoneses me enseñaron a que todo tiene un por qué y un significado, sobretodo espiritual. En España nos queda mucho que aprender. Sobretodo a disfrutar de los jardines en silencio. Nunca se oía una palabra más alta que otra en un jardín japonés, era respeto absoluto.
Os recomiendo que  vayáis a visitar esos jardines, que harán que volváis a casa transformados con mucha ilusión y como en mi caso mucho más sensible y observadora.
Aprovechando que os he hablado de un jardín japonés, también colaboramos en un boletín del Consejo General de Ingenieros Técnicos Agrícolas, donde escribí sobre otro jardín en Kyoto: Katsura Rikyu. (os lo podeis descargar)


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