En 1982 a Gene Colan se le consideraba un artista que ya había pasado su mejor momento. Jim Shooter suele decir que le daba trabajo a Colan ‘por los viejos tiempos’, que es otra forma de decir que le daba trabajo por pena. El bueno de Shooter... Los artistas hot en este momento eran John Byrne y George Pérez, y el artista que llevaba dibujando a Superman durante décadas era Curt Swan (que se despediría del personaje en 1986, en la historia de Alan Moore "Whatever Happened to the Man of Tomorrow?"). El dibujo de Swan parecía pasado de moda y DC accedió a darle el proyecto de Superman The Phantom Zone a Colan a petición de Gerber. Colan resultó ser el artista adecuado, dándole a la Zona Fantasma un ambiente espectral y surrealista, y a las andanzas de los criminales kriptonianos una sordidez inquietante.
GERBER: Por lo que recuerdo, se lo pedí a Dick y accedió inmediatamente. Sabía exactamente qué aspecto tendría el Superman de Gene antes de que lo dibujase, y no me decepcionó. ¡Lo que me sorprendió fue su Clark Kent!. Parecía real y humano, quizá por primera vez en la historia del personaje. Gene lo estaba pasando mal porque estaba muy encasillado en Marvel y DC. En Marvel, se había convertido en el tío que hacía Drácula, por consiguiente, en DC se convirtió por un tiempo en el tío que hacía Batman. Lo veían como un artista que podía crear un cierto ambiente fantasmal. Lo que era cierto, por supuesto, pero no definía los límites de Gene. Era capaz de hacer también una maravillosa acción con sabor a ciencia ficción.