En la homeopatia existen más de un centenar de remedios que pueden servir para actuar contra la ansiedad y los ataques de pánico. De hecho, muchas veces se precisa que el paciente haga varias visitas al homeópata antes de elegir el tratamiento más adecuado para el paciente. Veamos los más comunes:
Ignatia amara, suele darse a personas que han sufrido un trauma emocional, separaciones dolorosas… También se recomienda en caso de decepciones sentimentales, estrés emocional, cuando se reciben malas noticias… Se considera uno de los principales medicamentos homeopáticos para la ansiedad. Sobretodo para aquellas personas que se sienten débiles, apáticos, sin ganas de hacer nada. O bien si la persona tiene palpitaciones, sensación de tener un nudo en la garganta, insomnio, diarrea, molestias en el estómago… incluso para personas con reacciones contrarias, es decir, personas que en momentos tristes les da por reirse, o al revés o bien que tienen cambios de humor repentinos.
El Phosporus también es de los más usados y en este caso va más dirigido a personas con tendencia a la depresión o la melancolía. Personas que tienen muchos miedos, que temen la soledad, la oscuridad, la muerte…y que somatizan estos temores en su estómago y en la cabeza. Suelen tener estrés mental y físico y cansarse con facilidad.
Otro remedio que sirve para tratar miedos y fobias es la Lachesis. En este caso se trata de personas muy ansiosas y habladoras que presentan fobias específicas: miedo a las serpientes, a lugares cerrados (claustrofobia)… Suelen ser personas celosas, meticulosas, que siempre piensan que alguien los sigue y que necesitan comunicarse constantemente. Normalmente presentan dolores fuertes de cabeza y no soportan llevar ropa ajustada. Las palpitaciones, los golpes de calor, y la hipertensión suelen acompañarlos.
No podemos dejar de hablar de dos recursos importantes y muy usados en homeopatia para la ansiedad: Arsenicum album y Argentum nitricum, que se usan para tratar a pacientes con fobias y ansiedad pero con aspectos totalmente diferentes.
Arsenicum album es para personas precisas, meticulosas y ordenadas. Sufren de fuertes sentimientos de culpa, tienen pensamientos obsesivos y suelen hacer rituales compulsivos. Normalmente se preocupan mucho por su salud, hasta el punto de ser considerados hipocondríacos. Temen a la muerte y a la enfermedad. La ansiedad que padecen es profunda, agotadora, y les causa fuertes dolores de cabeza, gastritis, colitis, ataques de pánico e insomnio. Los síntomas empeoran durante la noche y durante el tiempo frío.
Sin embargo Argentum nitricum se usa en pacientes con ataques de pánico y fobias que descargan la tensión en el estómago y los intestinos, de hecho, sufren diarrea emocional, síndrome del intestino irritable y gastralgia. Es el remedio de elección para la ansiedad anticipatoria que se manifiesta antes de una prueba, un examen o eventos que generan tensión. También se da en caso de tener algún miedo como miedo a las alturas (vértigo), a espacios cerrados (claustrofobia) o espacios abiertos (agorafobia). Sus fobias son bloqueantes y limitanteso, por lo que acaba dependiendo de los demás. Necesitan siempre a alguien cerca de ellos. Sienten miedo a la soledad.
La ansiedad anticipatoria también puede ser tratada con Gelsemium. Éste tratamiento, a diferencia del Argentum, es para personas con inseguridad, con agitación febril, personas muy tímidas, cansadas, deprimidas… Por lo general reaccionan con temblores, ansiedad, pánico, e incluso parálisis.
El ataque de pánico “puro” se trata más bien con Aconitum napellus, y es útil cuando el sujeto siente un pánico violento con sensación de “muerte inminente”. Es un remedio para trastornos agudos. Muchas veces se da en personas con fobia a las multitudes o a la oscuridad. Las personas que tienen este tipo de pánico sienten palpitaciones muy fuertes, hipertensión,la cara se enrojece e incluso pueden tener crisis cardíacas. Muchas veces presentan fiebres repentinas y golpes de aire. Los síntomas empeoran con el viento frío y seco.
Nux vómica se considera el remedio de la era moderna. Es más bien para personas con hiperexcitación, irritables y adictos al trabajo. Personas que no toleran el desorden, que siempre tienen que tener todo limpio y no soportan olores o ruidos un poco más fuertes de lo que ellos consideren como aceptables. La ansiedad les ataca el estómago y los intestinos causando náuseas, estreñimiento crónico, eructos, mala digestión, y somnolencia después de las comidas. Tiende a abusar de los alimentos.
Veratrum album se usa en personas que sufren de ataques de pánico. En este caso tienen el cuerpo rígido, helado, con sudores fríos, a menudo acompañado de vómitos y diarrea acuosa. Estos pacientes tienen miedo de cometer delitos graves, se angustian rápido y piensan en el suicidio de forma habitual. Suelen ser ambiciosos, poco equilibrados y padecer dolores de cabeza neurálgicos violentos.
Después están esas personas que se esconden o disfrazan porque no les gusta hablar de sí mismos. Personas que siempre sonríen incluso cuando hay algo malo o se equivocan. En estos casos lo mejor es la Thuya. También presentan delirios persecutorios, pensamientos obsesivos y repetitivos. Siempre se sienten culpables y caen fácilmente en la tristeza y la depresión. Es el remedio ideal para aquellos que son introvertidos, hipersensibles y con baja autoestima. Temen a la enfermedad y el viento. A nivel somático tienen muchos episodios de estreñimiento y diarrea alterna, náuseas, insomnio y pesadillas. Las mujeres además presentan irregularidades menstruales y trastornos uterinos.
Las fobias específicas se tratan más bien con Calcarea carbonica. Sobretodo para personas hipocondríacas. En estos casos se cansan fácilmente hasta el punto de abandonar el trabajo, son perezosos, están deprimidos, tímidos, sensibles… Por norma general tienden al sobrepeso y sudan mucho, sobre todo en la cabeza. Se desmayan fácilmente ya menudo se quejan de hinchazón.
Las diluciones indicadas para el tratamiento de la ansiedad son 30CH y 200CH (dosis única). Ambos tienen una acción profunda, trabajando en los síntomas psíquicos y las consiguientes manifestaciones somáticas. Sin embargo, las diluciones más altas (a partir de 20 CH) tienen una posología diferente y se deben ir “supervisado” y gestionado por el médico tratante.