Honestidad y ética: hay otra forma de hacer las cosas
Solo comentar los antecedentes:
El atleta keniano, Abel Mutai, medalla de oro en los pasados Juegos Olímpicos de Londres 2012, estaba a punto de ganar la prueba cuando confunde el tramo final de la prueba. Aflojó totalmente el paso y, relajado, comenzó a saludar al público creyéndose vencedor. Iván Fernández Anaya, que venia segundo, al ver que se equivocaba y se paraba metros antes de la meta, no quiso aprovechar la ocasión para rebasarlo y ganar. Se quedó atrás de él, y con gestos para que la entendiera y casi empujándolo, llevó al keniano hasta la meta, dejándolo pasar por delante.
Hay otra forma de hacer las cosas: con ética y honestidad.