Horacio Blanco, vocalista de la agrupación venezolana Desorden Público, recuerda su encuentro con el cantante Pastor López y afirma que es una figura poco apreciada entre los músicos criollos.
Hace cuatro años Horacio Blanco, vocalista de Desorden Público, se propuso contactar a Pastor López ¿Su objetivo? Invitarlo a participar en una colaboración con la banda.
Tanto para el vocalista como para José Luis “Caplís” Chacín, Danel Sarmiento y Óscar Alcaíno, la figura del intérprete de «Sorbito de champagne» era muy poco valorada entre los músicos venezolanos. Algo que no comprende, debido al éxito que tiene el barquisimetano en Latinoamérica. «Era lo que yo escuchaba», dice.
Todo comenzó en 2017, cuando Horario Blanco puso manos a la obra para conseguir el contacto de Pastor López. Así, consultando a amigos y conocidos, consiguió el número del compositor. En ese entonces, lo llamó y le expresó su deseo de realizar un tema. Sin embargo, aunque no se negó, no se mostró muy interesado en el momento. «Cuando hablamos le dije: ‘Hola, maestro. Yo soy de una banda que se llama Desorden Público’, y él me dice ‘Sí, yo los conozco’ y sigo: ‘Nos gustaría conversar contigo’. En primera instancia no se mostró muy interesado, quizá estaba ocupado», recuerda.
Un año más tarde, Blanco y López coincidieron en un hotel en la ciudad de Houston, Estados Unidos. El líder de la banda de ska movió cielo y tierra para agendar una cita con él. Y lo logró. Cuando por fin llegó ese esperado encuentro la impresión que se llevó Blanco fue totalmente diferente a la que tuvo cuando hablaron por teléfono. «Era un tipo súper simpático, buena onda y súper interesado en trabajar con nosotros. En ese momento me dijo que cuando terminara su temporada de conciertos se tomaría uno o dos meses para trabajar con nosotros». Incluso, el intérprete de «Las caleñas» grabó un video en el que se comprometía a cantar con los desordenados.
Sin embargo, esa promesa no se pudo cumplir: un año más tarde, el 5 de abril de 2019, Pastor López falleció. Desde entonces, Horacio Blanco se sentía en deuda con él y con su música. Por eso, la banda comenzó a versionar algunos temas del cantante, pero al estilo de Desorden Público. La reacción del público fue positiva, por lo que decidieron entrar al estudio a grabar más canciones. Así nació Homenaje al Indio Pastor López, un popurrí con sus temas más emblemáticos.
Estaba pensado para lanzarse en 2020 para conmemorar el primer año del fallecimiento de Pastor López; sin embargo, la pandemia de covid-19 cambió los planes. Esto le permitió a la agrupación replantearse el proyecto e invitar a otras bandas de Argentina, Colombia, México y Estados Unidos a sumarse al tributo. El homenaje estuvo listo hace pocas semanas y los lanzamientos de los temas se realizarán por parte: el primero será el 1° de septiembre.
–Un disco que ha generado mucha expectativa entre sus seguidores. ¿Por qué cree que pasa esto?
–Creo que este tipo de experimentos son muy naturales en los tiempos que estamos viviendo. Hace 15 o 20 años atrás este tipo de combinaciones hubiesen sido muy difíciles de lograr, pero afortunadamente los tiempos han cambiado y son mucho más amables para el arte. He escuchado muchísimas veces que ‘esa no es música seria’. Es un músico con tanto éxito internacional, tanto así que existía la duda de si era colombiano o venezolano. Entonces, tener la valentía de hacer música tropical bailable con una banda que no se dedica al género es muy valiente. Creo que fue una decisión afortunada porque hasta ahora no nos ha traído más que comentarios positivos.
–¿Por qué Pastor López? ¿Si le tiene que explicar a nuevas generaciones por qué un disco dedicado a él, qué les diría?
–Pastor López es un gran músico barquisimetano, no rockero, que merece la atención y el interés de todos porque, además, él fue demasiado cool. Todos sus anillos, toda su imagen era tan divertida y tan cool. Yo sentía que este tipo tan fino merecía tener un contacto con el mundo rockero. He visto bandas en Venezuela que le hacen homenaje a Soda Stereo y está bien, cada quien que haga lo que quiera, ¿pero no le vas a prestar atención a los más grandes de tu país? Ya se le hizo un homenaje a la música de Simón Díaz y Oscar D León.
–Personal y profesionalmente ¿qué significó para ti el encuentro con Pastor López?
–Conocerlo para mí fue alucinante. Fue un súper placer, una muy grata experiencia, era un personaje súper divertido. Yo estuve con él dos o tres horas en un desayuno en el lobby de un hotel y eso era cuentos y cuentos. Todo lo que yo podía esperar de ese encuentro ocurrió.
–¿Siente que a Pastor López se le ha dado su justo valor en Venezuela?
–Siento que no se le ha dado su justo valor desde los músicos, pero desde el público sí. No hay lugar que yo haya visitado, sea donde sea, en el que pongan “Traicionera” y todos salgan a bailar.
–El año pasado lo cerraron con un gran concierto desde Petare. Mirando ya un poco en retrospectiva, ¿qué significó para ustedes realizar este show desde uno de los barrios más grandes de Latinoamérica y tras un año alejados de los escenarios? ¿Qué creen que representó también para los vecinos del barrio?
–Cerrar 2020 con un concierto en Petare fue un gran premio, una muy bonita manera de que la música nos permitiera dar un abrazo. Este tiempo de pandemia se ha convertido para nosotros en Venezuela como el tiempo en el que aprendimos la dinámica del delivery. Bueno, haciendo un paralelismo, nosotros hicimos un delivery de arte y música, y lo hicimos además a un sector de la ciudad que ha sido muy descuidado por el arte. Yo creo que nosotros en Petare no solamente nos percatamos de eso, de lo importante y lo amable que puede ser el arte como para ponerlo como punto de encuentro para la gente, sino que hay que entender también que Caracas es una ciudad que necesita encontrarse a sí misma, necesita un abrazo. Yo no puedo sino decir que Petare es como lo es la idiosincrasia venezolana: un espacio de gente educada, simpática, buena nota, hospitalaria. Cada vez que iba a Petare no había una vez que no me invitaran una buena taza de café o una conversa. Es importante entender que somos nosotros y quitarnos esas fronteras antipáticas, que adquieren más vida en nuestra mente y en nuestros prejuicios que en la vida real. Fue un día de fiesta. Nosotros, en el buen sentido de la palabra, tomamos el sector 19 de abril que colinda con más vecindarios.
–Hace un mes estrenaron el material audiovisual que grabaron durante el concierto de Petare. ¿Qué tal ha sido la receptividad?
–Creo que le ha ido muy bien. Yo me enfoqué mucho cuando fue el primer streaming, a finales de diciembre del año pasado; en ese momento sí estuvimos súper conectados. Ahora también es un DVD. Un material adicional que le presentamos a la historia de la música en Venezuela.
–¿Se aventurará Desorden con otro proyecto así en el futuro?
–Tocar en esos espacios sería un súper honor. Tenemos que buscar la manera de que el arte sea más serio, responsable y que haya más espacios donde históricamente no se ha ido. Es la responsabilidad de nosotros los que hacemos música, danza, plástica, cine ir para allá y darle un abrazo a la gente y decirles ‘epa, cómo estás, aquí nosotros con mucho respeto venimos a ofrecerles esto’. Eso no puede redundar más que en cosas buenas.
–El año pasado celebraron un aniversario de la banda en pandemia y este año también. En la celebración número 35 de la banda hicieron un emotivo encuentro a través de Zoom con sus fanáticos y amigos. ¿Qué significó este encuentro, de esta manera?
–El zoompleaños fue una experiencia muy bonita, muy especial. Ahora puedo verlo en el tiempo, porque fue hace un año, es una anécdota que nos queda de este tiempo, pero de preferir no quisiera algo así.
–En abril presentaron Sinfonía Desordenada, un espectáculo que pretendían ofrecer en el Aula Magna y no se pudo. ¿Está en agenda, en algún momento, llevarlo a las salas?
–Queremos llevar la Sinfonía Desordenada a las salas. En días recientes hemos estado en conversaciones con un ente público, con una alcaldía, para ver si podemos llevar eso a su feliz término, que es presentarlo ante al público. Creo que se va a lograr, no quiero adelantar nada hasta que no tenga la certeza. Pero quiero dejar claro que el proyecto continúa.
–¿Siente que el mundo está preparado para el retorno a los grandes conciertos? ¿o es más cauteloso con el tema?
–Las ganas de las personas de volver a un evento presencial son descomunales, pero el bolsillo de la gente está golpeado. Entonces, hay una situación más o menos compleja. Yo creo que estaría bien que todos en la industria del entretenimiento nos sinceráramos y ajustáramos nuestro presupuesto y lo que aspiramos ganar a la realidad, porque el hecho de que todos tengamos no sé cuantos meses sin trabajar no es una razón para decir ‘bueno voy a cobrar todo lo que no hice en un año’. Si nosotros logramos que tantos impuestos municipales, la gente de las imprentas, los que prestan alquiler de equipos, y los músicos, si todos entendemos que este es un momento de ir de menos a más, la reactivación será muy bonita.
–Pasó un año y la pandemia sigue. ¿Cómo se ha reinventado Desorden Público para sobrevivir a este tiempo?
–En la perspectiva de banda hemos estado dedicados a la producción del homenaje de Pastor López, lo de Petare y cada uno de nosotros ha hecho cosas por su lado. Por ejemplo, yo en este tiempo estuve escribiendo desde mi faceta como comunicador social para El Diario, hice lo de la Sinfonía Desordenada, en abril hice un experimento de irme a los Estados Unidos e hice 16 presentaciones en espacios muy pequeños y fue super cool, un gran aprendizaje para mí. Este es un tiempo en el que hay que empezar otra vez de menos a más.
–Esta pandemia ha hecho vivir en el presente, ¿pero piensa cómo serán los 37 años de Desorden Público?
–No nos hemos planteado cómo serán los 37 años de la banda, acabamos de pasar por los 36. Yo he reflexionado mucho sobre este tiempo y sobre lo que uno realmente tiene y lo que uno realmente tiene es el aquí y el ahora. Entonces, hay que enfocarse con mucha fuerza y mucha pasión a dar lo mejor que uno pueda dar aquí y ahora. Es la mejor manera, no solo de tener una banda, sino de vivir la vida. En ese sentido, la pandemia nos dio una lección. Nosotros hemos tenido tiempos de muchísima productividad y yo me atrevería a decir que el año pasado y parte de este ha sido el más productivo de mi vida en términos de ser músico profesional. El momento es ahora y vamos a darle con todo ahorita, porque mañana ya es incierto.
Con información de El Nacional