Volvemos del verano con las pilas cargadas y nos hemos encontrado una noticia que queremos que nos invite a tod@s a reflexionar al respecto. La prestigiosa revista Neurology, la revista de la Academia Americana de Neurología (AAN), publicaba en agosto un estudio realizado en Francia sobre los efectos a largo plazo del tratamiento con somatropina u hormona del crecimiento (GH). Ya hemos hablado sobre este tema en un post anterior, destacando la importancia de que existan ensayos clínicos y estudios controlados para probar la efectividad y la seguridad para el paciente, a corto y a largo plazo.
Esta investigación ha encontrado una mayor incidencia en la aparición de ictus en la primera adultez (24 años) en los sujetos que de niños fueron sometidos a tratamiento con esta hormona, comparados con sus pares que no habían recibido este tratamiento. En concreto, los autores aluden a una “fuerte asociación”, siendo ésta mayor con las lesiones hemorrágicas que con las isquémicas.
En el estudio, han utilizado una muestra de 6.874 niños que habían sido sometidos a tratamiento con GH entre 1985 y 1996 (el tiempo medio de tratamiento fue de 3’7 años, siendo la edad media de final de tratamiento de 17 años). La mayoría de ellos, presentaban un déficit en sangre de esta hormona (única situación en la que la Agencia Española del Medicamento recomienda administrarla); otro pequeño grupo, pese a que no presentaban este déficit, tenían una estatura muy baja para su edad, por lo que el tratamiento se administró para ayudar a que alcanzaran una talla mayor. Los autores del estudio destacan que los niños no presentaban otras condiciones que hicieran creer que podían tener un riesgo de ictus mayor al de cualquier otro niño. Desde 2008 hasta 2010 se realizó un seguimiento longitudinal a los participantes en el estudio, prestando especial interés a las condiciones médicas.El investigador principal del estudio, el Dr. Joël Coste, finaliza el reporte con esta frase “We believe the tens of thousands of people worldwide who are treated with growth hormones should be informed about this risk” (Creemos que las decenas de miles de personas que en todo el mundo están siendo tratadas con hormonas de crecimiento deberían ser informadas acerca de este riesgo).
Añade también que son necesarias más investigaciones para determinar con seguridad si es el tratamiento con hormona del crecimiento lo que causa este aumento del riesgo de ictus. En cualquier caso, consideran que esta información debe ser tenida en cuenta tanto por los padres como por los doctores al valorar las distintas opciones de tratamiento.
Podéis consultar el artículo original en este enlace.