Revista En Femenino

Hormoneando que es gerundio

Por Peineta

En el embarazo hay un factor X que predomina por encima de lo normal y son las hormonas. En este segundo embarazo han hecho de mi cuerpo y alma lo que han querido, consiguiendoo que lloré hasta con anuncios de papel del wáter, que se me parta el alma por ver llorar a un niño en la piscina y que llore porque la puerta corredera de la reforma no cuadra con el armario, en fin, una locura tipo montaña rusa que hace que parezca una auténtica tarada, eso sí con un perfil tipo bombón relleno que no ayuda mucho precisamente y que según como lo mires no da ni compasión. Qué leñe es tu segundo y se supone que tu todo esto lo sabías…

Pero si hay algo que mis hormonas me han hecho vivir duramente es mi maternidad, esa que pertenece y ejerzo para mi primer hijo, el monillo. Este embarazo no es lo que nadie esperamos, aunque ni él se lo crea.  Mi sentido de culpabilidad empieza a rozar unos límites que ni las hormonas pueden formar parte de ellas.

Escribo este texto en una noche de esas de insomnio maravilloso que te regala el avanzado estado de gestación (AHHH sí, si estas preñada, eres primeriza y lees esto….luego no dormirás, pero justo antes  que llegue tampoco!). Como iba diciendo escribo esto, mientras en mi cama duerme un niño de cuatro años y medio a pierna suelta y un padre totalmente herniado al que he visto pasar con mi adorado cojín de lactancia al hombro ( no soy nadie). Mientras escribo y lloro pensando en mi hijo que después de un mes desterrado de casa por las dichosas reformas, ha visto como han ido a recogerle de su retiro un padre herniado, que no puede cogerle en hombros, ni montar en bici con él y que conduce bajo efectos analgésicos y una barriguda madre, que se pasa horas en el baño, que se marea con una mosca y que haces meses que no puede cogerle en brazos. En lugar de liarla parda, la lía de colorines de vez en cuando, carga la compra como un adulto, lleva las maletas, trae el barreño para el vomito y cierra con disimulo la puerta de la futura hermana, porque para él no existe ni forma parte de nuestras vidas.

Por mucho que la gente me diga y me rediga, se me hace difícil pensar que vaya a conocer en mi vida a alguien más maravilloso que él  y que le pueda querer tanto como a él. No sé como hubiera sido todo si el embarazo hubiera sido mucho más llevadero, si hubiéramos sido capaces de disfrutar juntos del embarazo. Porque sólo lo llevamos una vez a ver a su hermana y el prefiero tocar todos los utensilios del ginecólogo, pasearse en la silla giratoria antes de mirar a aquella pantalla y ponerle cara a la persona que había roto su vida familiar. Estos días pienso mucho en las palabras que me dijo una profesional “Un hermano nunca es una alegría por mucho que lo digan, es una jodienda que cuesta digerir y asimilar”. Y claro las hormonas en todo esto no ayudan….el llanto es continuo, contenido y acompasado, vamos que se me rompe el alma y la culpabilidad me tensa la panza. Así que con permiso de todos y disimuladamente y sólo por si alguna vez en su vida tiene la paciencia de leer a su madre, quiero que sepas que estas letras no son sólo efecto de las hormonas sino del amor madre que te proceso:

Querido monillo, tu embarazo es de lo mejor que me ha pasado en mi vida (no le digas esto nunca a tu hermana, ni siquiera cuando te haya robado tu tesoro más preciado). Tu llegada fue dolorosa como ninguna, te llevaste mi parquet flotante, pero no hubo horas ni minutos suficientes para estar mirándote y sacándote más fotos que un modelo (bueno vale, tu aitona me superó). Durante cuatro años me hiciste ver lo difícil que era ser madre pero los increíbles momentos que me podías dar. Conseguiste que mi afán por ser madre de una niña desapareciera por completo,te lo prometo. Hiciste que mis padres se volvieran locos, bueno vale más de lo que ya….Conseguiste enseñarme el gran padre que llevaba oculto aquel con el que llevaba años conviviendo. Pero sobre todo me has enseñado lo mucho que vale tu sonrisa, lo loca que me vuelvo cuando no te oigo reír o cantar y que a pesar del precio de la moneda, has sido quien ha cumplido mi deseo de poder ser madre.  Dicho todo esto quiero que te quede claro que te queremos mucho, pero que esta nueva etapa no puede ser posible ni lo será sin ti.

Tu hermana es una invitada sorpresa que viene dispuesta a quedarse, vale que no ha hecho una entrada triunfal que digamos y que está claro que no piensa dejarme tranquila y que quiere privarte de “amatxo”. Pero te prometo que cuando me recuperé de esta montaña rusa física y hormonal que me está dando, volveré a ser la misma y cuando no nos vea ella nos escapamos tu y yo juntos, a comer pintxo de jamón y mosto negro. En cuanto a tu aitona y tu padre, siento comunicarte que a pesar de tu empeño no te va a quedar más narices que compartirlos, pero piensa que como tú dices son muy grandes y tienen espacio suficiente dentro de ellos para quererla también a ella.

Si alguna vez lees esto quiero que sepas que te has portado como un campeón, que has batallado la tormenta como buenamente has podido y que para mí siempre serás mi niño, que te quiero mucho a pesar de que cierres la puerta de la habitación de tu hermana, que pienso tener muy en cuenta el nombre que propones y que espero que con los años me digas que  tener una hermana es lo mejor que te podía pasar, porque yo no sé lo que es y nunca podré terminar de entender del todo por lo que estás pasando.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

A mis lectores deciros que espero con ansia el día en que las hormonas abandonen mi cuerpo, no es que yo sea una chica dura precisamente y este exceso de sentimentalismo y llorera es muy perjudicial para mi loco carácter, qué quieren que les diga, echo de menos poder escribir con el toque de antes del embarazo. Mientras no les queda otra que leerme pañuelo en mano y pensar que en menos de dos meses, mi suelo pélvico quedará totalmente desterrado junto a un montón de hormonas que han hecho que la llega de mi hija sea más difícil que montarme en un globo.

PD: el síndrome del pajarraco ha llegado a su fin, sólo estoy en el conocido “nido” limpiar ropita etc.….eso sí hacerme caso, JAMAS hagáis reformas en vuestras vidas, os lo dice una preñada lisiada, madre de un niño forzado a ser mayor y pareja de un herniado que va por la vida más tieso que un palo.


Volver a la Portada de Logo Paperblog

Dossiers Paperblog