En general, la inmensa mayoría de las bicicletas de montaña que se venden vienen montadas con una horquilla de suspensión, ya que este tipo de horquillas lo que van a proporcionar es que la bicicleta absorba las irregularidades del terreno y haga que la bicicleta vaya el mayor tiempo posible pegada al suelo. Esto al final se traduce en mayor seguridad, mejor frenada, mejor trazada de las curvas, y mayor comodidad para el biker, que no tendrá que absorber con su propio cuerpo las irregularidades del terreno.
A priori podríamos pensar que montar una horquilla rígida en una bicicleta a día de hoy sería un atraso, pero realmente no es tanto así.
En primer lugar tenemos que tener en cuenta que el diámetro de las ruedas de las bicicletas de montaña se ha incrementado. Si hace unos años el tamaño estándar eran las 26 pulgadas, ahora en el mercado las bicis de montaña de 26 casi no se venden, y se ha dado paso a bicicletas con un tamaño de rueda de 27,5 o 29 pulgadas.
Cuanto mayor sea el diámetro de la rueda, ésta absorberá por sí misma una gran cantidad de irregularidades del terreno, sobre todo en el caso de la rueda de 29 pulgadas. Además si al propio diámetro de la rueda le montamos unas cubiertas con un balón generoso, la amortiguación será aún mayor.
Pero no solamente el diámetro de la rueda y el balón de la cubierta van a proporcionar cierta amortiguación, sino que el propio material del que esté construida la horquilla rígida también lo va a proporcionar. Por lo tanto, si montamos una horquilla rígida de carbono, el propio carbono también tiene la propiedad de absorber impactos, por lo que esto sumado al diámetro de la rueda y al balón de la cubierta nos proporciona una cierta amortiguación, que evidentemente nunca va a ser comparable con la amortiguación que presenta una horquilla de suspensión.
Por lo tanto la elección va a depender de uno mismo, principalmente de las rutas que hagamos. No tendría mucho sentido poner una horquilla rígida si la mayoría de las rutas que hacemos son por terrenos muy empedrados y técnicos.
Sin embargo, si la mayoría de las rutas que hacemos son por terrenos que no están muy rotos, no es nada descabellado montar en nuestra mountain bike una horquilla rígida.