No se me ocurre plan más relajante que pasar un fin de semana en un hotel balneario disfrutando en familia.
Y es que después de unos meses intensos con la navidad, los preparativos de la boda, el carnaval y un episodio de bronquitis aguda en casa necesitábamos algo así.¿Dónde está el Hotel Balneario Río Pambre?
Es habitual que lo que queda más cerca de casa nos pase desapercibido, y es lo que nos ha pasado con el Hotel Balneario Río Pambre, que estando a poco más de media hora de casa, hemos tardado 3 años en descubrirlo.En una aldea del Concello de Palas de Rei, provincia de Lugo, y en pleno Camino De Santiago, encontraréis este alojamiento de tres estrellas en un entorno idóneo para desconectar, rodeado de bosques, junto al río, y con vistas al Castillo de Pambre, un monumento medieval muy recomendable si disfrutas con el turismo histórico y cultural, como es nuestro caso.
Así disfrutamos de nuestra estancia en el balneario.
Nos alojamos la noche del sábado, y para aprovechar el finde entramos ese mismo sábado a mediodía para pasar la tarde en el balneario.Empezamos disfrutando del circuito termal en las aguas medicinales naturales. Una hora disfrutando de un espacio que dispone de piscina, baño a vapor, sauna seca, duchas peeling, poza fría, camas de agua, asientos de hidromasaje, cuellos de cisne y cascadas de agua a 34ºC.
Seguimos relajándonos por separado y nos turnamos para disfrutar de sus tratamientos medicinales. Elegimos lo siguiente:
Rubén el programa bienestar de 90 minutos con Baño hidromasaje + parafango + masaje local espalda, con el que logró liberar tensiones y relajarse.
A Ian le pedimos un masaje para niños de 15 minutos.
Y yo aposté por el programa Cleopatra, Reina de Egipto, también de 90 minutos, con Baño Niágara + emulsión lipolítica + presoterapia, salí como nueva, y con una reducción considerable de volumen abdominal.
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La experiencia en el hotel
Nos asignaron una habitación muy amplia en el ático, ideal para familias; dos habitaciones muy luminosas, una con cama de matrimonio, otra con dos camas, baño con ducha, y vestidor. Allí nos habían dejado lo necesario para disfrutar del balneario; albornoz, chanclas y gorro.El hotel dispone de restaurante y cafetería, donde terminamos el sábado disfrutando de una cena con un menú degustación compuesto por platos típicos y producto gallego, y empezamos el domingo con un desayuno muy completo con buffet libre.
Un lugar ideal para una escapada de fin de semana, unos días de desconexión, y para liberar estrés y tensiones de la vida diaria.
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