Revista Opinión

Hotel baviera (marbella)

Por Candreu
HOTEL BAVIERA (MARBELLA)HOTEL BAVIERA (***)Calvario, 429601 Marbella

Habitación: 302
Fecha de entrada: 09/04/2021

Tarifa: 60,00 (AD)
En el centro de Marbella sobre la Avenida principal que corre la ciudad, no lejos del mar ni del centro histórico, en una calle en cuesta encontramos este edificio exento de 8 alturas encalado completamente en blanco y roto con balcones con sillas y mesas y coloristas flores de plástico. Antes de la entrada una especie de terraza semi cerrada con unas mamparas de cristal a media altura nos separan de la acera en la que paran taxis. Toda la planta baja es de cristal, con vistas a la calle, lo que permite la entrada de la luz mediterránea al frío e impersonal espacio que hace de recepción. 
Bajo un gran letrero azul con el nombre y logo del hotel se ubican dos puertas automáticas de cristal que nos llevan al interior del establecimiento. Pisamos una llamativa alfombra anti-covid y entramos en el generoso hall que se extiende hacia la derecha. A la izquierda sólo queda un pequeño pasillo que lleva al ascensor y al despacho de dirección con puerta de cristal. Junto a los ventanales a la calle hay varios sofás con mesa en el centro tapizados en gris marengo. Junto a ellos, sobre el suelo de mármol el robusto mostrador de recepción, protegido además por unas potentes mamparas de metacrilato que hacen todavía más difícil la comunicación. Enorme el espacio que queda detrás de la mesa en la que, sin levantarse de la silla, nos atiende el recepcionista. Servicio frío y distante, copia de los datos, firma del bienvenida en un folio, y entrega de la llave de la habitación y de un folio con los datos de la estancia. Nos explica el funcionamiento del wifi, que es abierto sin contraseña y de bastante velocidad, y el horario del desayuno al día siguiente.  Volvemos sobre nuestros pasos hasta el ascensor. Es uno, amplio, de puertas automáticas metálicas, igual que la botonadura. Paredes lacadas en madera brillante, un espejo de medio cuerpo en el fondo, suelo de granito oscuro y tres puntos de luz potentes en el techo, lo que lo hacen especialmente luminoso. Las puertas se abren a un pasillo que corre a izquierda y derecha, dejando las escaleras, en mármol gris protegido con una alfombra roja con toques dorados, enfrente. Los pasillos son cortos, apenas 6 habitaciones por planta. Suelo de madera oscura y luces en el techo algo fríos, paredes pintadas en blanco.Las puertas de las habitaciones son de madera clara casi amarillenta. A su lado, el número, en una placa de metacrilato con grafías azules. La nuestra tiene uno de los anclajes caído y está medio colgando. El pomo de la puerta es dorado. Introducimos la tarjeta y dentro el suelo continúa en madera pero algo más clara y con un tono algo más plastificado. Limpia y cuidada. Unos interruptores en tonos metálicos y un viejo cajetín para meter la tarjeta y que se activen las luces. La televisión se activa automáticamente con el volumen algo alto sorprendiéndonos. Sensación algo fría e impersonal, aunque moderna y limpia. HOTEL BAVIERA (MARBELLA)A la izquierda dos enormes puertas correderas de madera acogen el armario empotrado. En un lado colgador largo con tres perchas antirrobo algo antiguas, y una caja fuerte empotrada en la pared. En el otro lado, siete perchas, también antirrobo, en un colgador corto, una balda con una manta de repuesto y varios cajones. Justo enfrente queda la puerta del baño, del mismo tono y pomo metálico. Un par de pasos más adelante está el dormitorio. Generosa dimensión. Paredes pintadas en blanco limpias y bien cuidadas. A la izquierda un espejo enmarcado con madera oscura brillante. A juego, desde ahí corre una madera hasta media altura contra la que se empotra un maletero de madera clara y lamas metálicas. un escritorio con mesa de cristal bajo el que hay una cómoda silla de piel marrón oscura, y un minibar de puerta transparente con dos botellines de agua de cortesía. Sobre la mesa hay una lámpara de pie metálico y tulipa de tela cruda, el mando de la televisión, el del aire acondicionado, que es un equipo externo que funciona eficaz pero ruidosamente, un hervidor de agua, dos vasos de cartón y un enchufe disponible para los aparatos electrónicos. A continuación hay una butaca cómoda en piel marrón chocolate a juego con la silla. Sobre ella, la pantalla plana de televisión anclada a la pared. En la pared del fondo, además del aire acondicionado, protegido por una gruesa cortina oscura algo rota, y dos leves visillos blancos está el balcón en moderno aluminio blanco. Fuera dos sillas de plástico rojo, una mesa con un cenicero y jardineras con flores de plástico verdes, blancas y rojas. Luminosas vistas a la puerta principal. HOTEL BAVIERA (MARBELLA)A la derecha encontramos las camas. Dos. Empotradas contra un cabecero de madera clara a juego con el escritorio, el maletero y las dos mesillas que hay a cada lado, pequeñas, con baldas de cristal y un cajón oscuro. Remarcando este cabecero, otro de madera más oscura. Sobre las mesillas, hay sendos enchufes disponibles e interruptores para las luces, dos lámparas ancladas al cabecero en metal y tulipa de tela color crudo. Ambas luces son algo más cálidas que el resto. Por encima del cabecero hay una tira de led fría, que con dos puntos de luz ubicados sobre la mesa, y otro, mucho más potente y frío sobre el armario, completan el equipo lumínico de la habitación. Sobre una de las mesillas hay un teléfono negro. La cama resulta correcta de tamaño, quizá algo blanda en su colchón, vestida con suaves sábanas, manta marrón y recubierta por una colcha clara y un plaid algo sucio en un llamativo color pistacho a juego con un pesado cojín. El descanso no es difícil. El hotel resulta tranquilo y la insonorización interior parece buena. La exterior falla un poco cuando, al amanecer, empieza la actividad en la avenida principal. La oscuridad es total durante la noche, pero al amanecer el sol mediterráneo se cuela por las rendijas inferior y laterales de las cortinas. El baño es nuevo, suelo y paredes de gres gris y blanco. Dos puntos de luz sobre el lavabo que iluminan el espacio de forma fría. A la derecha está la cabina de ducha de cristal, sobre una pletina en blanco en la que se ofrece la alfombra de baño. Dentro, dos dispensadores de gel y champú y una grifería moderna con terminaciones en teléfono y en rociador de efecto lluvia. La presión y el caudal son increíblemente buenos. La temperatura, también óptima se maneja con un mando termostático. HOTEL BAVIERA (MARBELLA)A la izquierda queda el lavabo, en porcelana blanca, exento y que incluye una pequeña encimera. Sobre ella se disponen dos pastillas de jabón, un gorro de baño y una toalla de manos. El grifo, moderno es monomando y funciona perfectamente, sin embargo el tapón se encuentra atascado y el lavabo se llena cada vez que lo usamos vaciándose muy lentamente por alguna junta. Sobre el lavabo un espejo rectangular con luces incrustadas, quizá algo bajo para los que somos demasiado altos. Bajo el lavabo en dos colgadores metálicos se ofrecen dos toallas de lavabo y dos de ducha, todas de correcto tamaño y calidad y el logotipo del hotel grabado en ellas. Y en una repisa de madera se ofrece un lustrazapatos. En la pared del fondo hay un secador de pelo de escasa potencia, una papelera metálica blanca, el inodoro con cisterna exenta y una pequeña ventana que da a un estrecho patio. Previo paso por recepción para recoger un vale, por la mañana el desayuno se sirve en la cafetería que hay al lado con la que comparte terraza. Decorada en estilo moderno, con luces indirectas y muchas flores (de papel) haciendo la bandera de España. Música demasiado alta y un atento y extranjero camarero que nos ofrece distintas cosas para desayunar (tostadas, huevos, bocadillos, zumos, café -bastante bueno-...). Tras ello, en el mostrador, tampoco se levantan en la despedida que es tan fría y distante como la llegada. 
Calidad/precio: 8
Servicio: 6
Ambiente: 6.5
Habitación: 7
Baño: 8
Estado de conservación: 9
Desayuno: 6.5

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