La cadena hotelera 25hours acaba de abrir su primer hotel en Berlín, un exorbitante proyecto de interiorismo creado por el estudio de Werner Aisslinger que remezcla la estética aún latente de un edificio de la arquitectura de posguerra diseñado por Paul Schwebes y Hans Schoszberger en los años cincuenta con una vegetación y una paleta de color exuberantes.
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El alemán Werner Aisslinger ha querido recrear una jungla urbana en este proyecto, ya que el edificio se encuentra en las inmediaciones del parque Tiergarten y el zoo de la ciudad. De hecho, la mitad de las habitaciones tienen vistas a las instalaciones de los animales del zoológico.
El hotel las clasifica como habitaciones Jungle y su diseño mezcla madera natural con múltiples referencias selváticas, desde los distintos tonos de verde de los azulejos del baño o las paredes hasta su copioso estilismo a base de plantas.
La otra tipología de habitaciones se llama Urban y, aún manteniendo una coherencia de estilo con las otras, su diseño es más cosmopolita ya que tienen vistas a la ciudad. En estas se han dejado sin tocar algunas partes originales del edificio, para dar la sensación de que estuviera inacabado. Su interiorismo es más austero y espartano.
El hotel 25hours Bikini, que toma su nombre del propio complejo arquitectónico creado por Schwebes y Schoszberger en el que se encuentra, cuenta en total con 149 habitaciones. Algunas son espaciosas suites y también hay la posibilidad de reservar twins, para amigos, familiares o compañeros de trabajo que viajan juntos.
La planta de recepción es totalmente atípica ya que se ubica en el tercer piso y para acceder a ella hay que pasar primero por un atrio que fusiona la planta baja con las dos primeras. Una vez en ella te recibe un mostrador forrado de azulejos color turquesa que originariamente recubrían la estación de metro Alexanderplatz. Se trata de un vestíbulo tipo loft en el que no sólo está la recepción sino también una pequeña tienda, un kiosco con prensa seleccionada por la editorial alemana Gestalten Verlag, una panadería con producción propia, salas de reuniones y todo tipo de salones informales para relajarse incluyendo dos tumbonas diseñadas por las alemanas Bless.
La mayoría de las zonas colectivas del hotel incluyen mobiliario diseñado por el propio estudio de Werner Aisslinger para firmas como Foscarini, Moroso, Vitra y Zanotta. El hotel cuenta también con un restaurante en la azotea, NENI Berlín, especializado en comida mediterránea oriental ecléctica. En el décimo piso está además el bar Monkey en el que se puede disfrutar de una gran terraza de verano.
Categorías: Diseño / Edificios / Hostelería / Interiores / Mobiliario / Proyectos / Todo
Tags:Berlín, colores, estilo hipster, estilo urbano, hoteles, Lofts, rehabilitación
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