Hace unos días me encontré con este sorprendente vídeo, que recoge el proceso de construcción de un edificio cerca del lago Dongting, en la provincia de Hunan, China.
Una vez más me sorprendo ante este tipo de obras, no tanto por la altura o por la belleza de lo que se hace, sino por la capacidad de planificación y organización que demuestran los ingenieros responsables del proyecto. Por otra parte, este proyecto es un ejemplo de que las nuevas técnicas y los nuevos materiales pueden dar un vuelco a un sector tradicionalmente ligado al cemento y al ladrillo.
Se trata de prefabricar los módulos en grandes naves industriales y coordinar de forma milimétrica a personas, vehículos de transporte y gruas para que, en apenas 15 días, estos módulos prefabricados conformen una estructura preparada para resistir un terremoto de escala 9 (certificado por la Academia China de Investigación de Edificaciones). Sus constructores afirman que la eficiencia energética es cinco veces superior a la de otros edificios similares.
No es la primera vez que la empresa Broad Group intenta batir récords de los tiempos de construcción. En 2010, esta misma la compañía construyó un hotel de 15 pisos de alto en seis días (ver imágenes).