Uno de los lugares más interesantes para un arquitecto en una ciudad tan relevante para un país como lo es Marrakech, es visitar el Hotel en el que se han alojado las grandes personalidades que la han visitado en el último siglo, suele ser representativo de lo vivido por allí y suele ser una joya arquitectónica con historia y solera. Este es el caso del Hotel Mamounia, inaugurado en 1923.
La visita rápida al mismo fue muy interesante, ya que se trata de un hotel con una entrada majestuosa (imag01) y unos jardines delanteros muy bien cuidados (imag02). Los interiores aunque algo antiguos también están muy bien conservados y para mi sorpresa incluso había una zona expositiva interior donde se mostraba arte moderno. Pero lo más singular y espectacular del hotel es su jardín posterior (imag03), un inmenso oasis de árboles y palmeras, con unos jardines, con naranjos y todo tipo de árboles frutales muy bien cuidados y rodeados de césped donde los clientes pueden encontrar la tranquilidad que la ciudad de Marrakech es dificil que les otorgue.
Un paseo por ellos, asomarse a la piscina y descubrir que allí mismo tiene el hotel su propio huerto urbano fue una gozada. Se trata de un hotel 5 estrellas, que en su web se describe como: Símbolo de ‘Glamour’ y Alta Costura, La Mamounia siempre ha sabido desplegar sus encantos sensoriales con delicadeza y carácter, y seguirá elevando por mucho tiempo la bandera del lujo y el refinamiento al estilo marroquí.