Revista Opinión

Hotel villa de ayerbe (ayerbe, huesca)

Por Candreu

HOTEL VILLA DE AYERBE (AYERBE, HUESCA)
Hotel Ayerbe (***)
Duque de Bivona nº 15
22800 Ayerbe (Huesca)
Telf: 974.380.080
[email protected]
www.hotelayerbe.com
Habitación: 17
Fecha de llegada: 27/05/09
Tarifa: 50€ (Alojamiento y desayuno)
En las puertas del Reino de los Mallos, y en la última curva de la carretera que atraviesa el pueblo de Ayerbe un edificio sin demasiado encanto provee de un alojamiento básico y más que correcto para montañeros, turistas y viajantes por la zona. Una amplia explanada empedrada algo descuidada sirve de parking improvisado antes de atravesar una pequeña puerta de aluminio blanco y cristal que nos sitúa en la estrecha y pequeña recepción.
Tras un curvo y escaso mostrador nos atiende de forma cordial, familiar y sumamente correcta un encargado del hotel, vestido de forma convencional, quizá muy dirigida al público más fiel del establecimiento (montañeros, excursionistas...). Tras rellenar a mano los datos del DNI de forma rápida y eficaz nos explica con claridad meridiana el funcionamiento del hotel, y las dependencias, además de fijar una hora para servirnos al día siguiente el desayuno. Enseguida nos entrega la llave convencional con un llavero de madera y nos deja ir a descansar.
Por unas escaleras de piedra con barandillas de forja accedemos a las habitaciones. También hay un ascensor disponible. Los pasillos son algo estrechos y se iluminan a nuestro paso con detectores de presencia. Un parquet color claro lo invade todo. La sensación general es de limpieza y luminosidad pero también de cierta fragilidad y sonoridad en el interior de las habitaciones, cerradas con puertas de madera del mismo color que el suelo.
Tras la puerta caemos directamente en la habitación. Luminosa por el suelo brillante, la pared blanca y la enorme ventana a la carretera que hay al frente. Bajo la ventana un enorme escritorio con enchufes para el portátil, sirve también de cabecero para una cama amplia para ser individual y escasa para ser doble cubierta por una hortera colcha. Sobre el escritorio el trabajo se hace agradable ya que se ha dispuesto un potente flexo, amén de la luz del prepirineo que inunda todo, y se ofrece una conexión gratuita a internet, protegida por una contraseña absolutamente indescifrable que se ofrece escrita en un documento en el escritorio.
La cama resulta cómoda. La lencería correcta y el descanso reparador. No hay mesilla, pero sí la extensión del cabecero de la cama. En él se han dispuesto enchufes suficientes e interruptores. Hay un silencio brutal en la habitación. No se escucha ni un ruido de los pasillos ni de la calle. La persiana de la ventana y sus dos contraventanas nos protegen de la luz y del sonido de los coches que pasan por allí debajo. La insonorización hacia dentro es más sorprendente porque la sensación de delgadez de las paredes y puertas es manifiesta. Quizá somos el único huésped en el hotel esa noche.
El baño carece de decoración. Suelo de gres blanco y paredes alicatadas hasta el techo con baldosas porcelánicas blancas. Escaso espacio en el que se amontonan un lavabo encuadrado en una encimera sobre la que hay un enorme espejo, un inodoro y una cabina de ducha con una puerta corredera enrrollable. En el lavabo se ofrece un set de amenities muy superior al que podríamos esperar con set dental y de afeitado. El jabón de manos y el gel/champú se ofrecen en unos botes rellenables adheridos a la pared del baño y la ducha.
La presión, el caudal y la temperatura son soberbios, especialmente en la ducha, absolutamente reparadora. El equipo de lencería de baño, aunque abundante es algo escaso de tamaño, pero no podemos pedir más por 50€.
Por la mañana, en una estrecha cafetería con tres mesas nos sirven un desayuno buffet a la carta. Podemos elegir y repetir entre fiambres de la zona, quesos, bollería, mermeladas, distintos panes, y un espectacular surtido de aceites con un documento que explica las características de cada uno. Todo ello servido con simpatía, amabilidad y atención por la misma persona que nos atendió por la noche.
Ese mismo trato se refleja en el momento de la despedida frente al mostrador.
Calidad/precio: 8.5
Servicio: 9
Habitación: 8
Baño: 6
Estado conservación: 8.5
Valoración General: 8


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