Hoteles de lujo en Buenos Aires (Argentina)

Viajar a Buenos Aires es siempre una excitante propuesta. Sus calles, restaurantes, tiendas, boliches, posadas, teatros, cafés, librerías, destilan un sabor que para el europeo en general, y el español en particular, suele ser entrañable y arrebatador. La oferta hotelera de la ciudad platense, es amplia y de diversas características. Suele estar copada sobre todo en los meses correspondientes a la primavera y verano australes. Es difícil encontrar alojamiento en esas fechas, debido a la bonanza del clima y a la celebración de múltiples eventos, como el Abierto de polo de Palermo. Alejados de los circuitos y ofertas habituales de turismo, Buenos Aires alberga grandes establecimientos de lujo que conviene recordar. Estos hoteles –alguno entre los más prestigiosos del mundo-, entregan unos estándares de lujo difícilmente superables en otros negocios similares del planeta tierra.
Alvear Palace

Salón de Té del Alvear Palace

La joya de la corona de la hotelería bonaerense y sudamericana, referencia mundial en servicios y atención, ofrece servicios únicos –como el de mayordomo-, donde el viajero se siente como un príncipe. Situado en pleno barrio de la Recoleta, en la misma calle que da origen a su nombre, es parada obligada de las estancias porteñas de la realeza mundial, de presidentes de gobiernos de distinta índole, de magnates internacionales, de artistas e intelectuales y de deportistas de élite. Pasear por sus galerías, merendar en sus salones y dormir en sus camas, hacen sentirse al viajero el rey del mundo.
Palacio Duhau

Entrada del Palacio Duhau

Un palacio construido en 1932, parisino y con aires de la Riviera, es la sede de este hotel, situado entre la avenida Alvear y la calle Posadas, siendo un remanso y un oasis de paz dentro de la bulliciosa ciudad. Adentrase en su ambiente, es un viaje a la relajación y al refinamiento. La decoración clásica y moderna, envuelve al viajero en un llamativo contraste entre el pasado y el presente más actual. Es recomendable el atardecer en su terraza, junto a un Gancia con soda y esperando la llegada del Gran Gatsby a sus jardines.

Four Seasons

Four Seasons Buenos Aires

Otro edificio de arquitectura francesa de primeros del siglo XX, aloja a este magnífico establecimiento, refugio de los míticos Rolling Stones cuando actúan en la capital argentina. Los majestuosos salones y sus amplias y confortables habitaciones, no son obstáculo para encontrar pequeños y coquetos rincones, donde es posible y recomendable degustar un formidable café expreso en compañía, mientras se escuchan los susurros del cercano y añejo Jockey Club.
Sofitel

Hotel Sofitel

Ubicado en la calle a la que Eduardo Mallea llamó “el codo aristocrático de Buenos Aires”, la calle Arroyo es el sitio donde se erige la Torre Bencich, actual sede del Sofitel, establecimiento donde la elegancia y sofisticación francesa, presiden la estancia del viajero que entre sus muros decide alojarse en sus espaciosas y confortables habitaciones. La atmósfera cultural y tranquila de la zona, se respira en este acogedor hotel, perfecto como base para recorrer a pie galerías de arte, anticuarios y casas de moda, admirando grandes edificios, como el Palacio Estrugamou o el Pereda. El aroma floral y el cosmopolitismo reinantes en su ambiente, transportan al huésped a alegre París de los años 20 del siglo pasado.
Marriott Plaza

Suite Founder's at Marriott

Marriott Plaza Buenos Aires

Cien años contemplan al hotel Plaza de Buenos Aires. Cien años observando la Plaza San Martín en pleno Retiro. En este sólido y majestuoso edificio, se puede disfrutar de una estancia palaciega, envuelto en aires de deliciosa decadencia, donde celebraciones de todo tipo alegran la estancia. Los pesados cortinajes de color burdeos de sus salones, similares a los del mítico Maxim’s de París, acompañan a los celebrantes en sus fiestas y jolgorios. En sus habitaciones se puede oír a Gardel, y oler el humo de tabaco de Rodolfo, al arroparse en sábanas de un sinfín de hilos de algodón egipcio.
Estos cinco hoteles son perfectos para pasar una temporada de lujo y glamour en Buenos Aires, sabiendo, de todos modos, que es preciso llevar bien provista la tarjeta de crédito, o en su defecto, tener bien ancha la billetera.