Revista Cultura y Ocio

Hoteles (otra vez)

Publicado el 04 julio 2012 por Kar

La vida en los hoteles resulta ser una suerte de dimensión paralela. Todo es lujo. Todo es limpieza. Tienes habitaciones más grandes que tu propio comedor y te irritas por nimiedades como si la wi-fi no funciona correctamente. Llegas por la tarde y el desorden de la noche anterior de cama completamente deshecha, lavabo semi inundado, ropa literalmente tirada por medio, libros, revistas, trastos, todo como si hubiera estallado una bomba en mi maleta, y todo ello, aparece en un perfecto estado de revista, listo para comenzar el proceso de desorden y dejadez. Porque sabes que alguien habrá, al día siguiente, que ordene tu mierda y recoja los calzoncillos sucios que has tirado en la esquina. Subes al gimnasio, ese espacio que suele estar casi siempre casi vacío, y tratas de quemar tu mala conciencia de comidas poco saludables.Y luego están esos días, esos días en los que en realidad te sientes solo y cabreado con la humanidad, y simplemente te la trae al pairo las bellezas que ese lugar del mundo donde estás te puede ofrecer, y no sales del hotel. Bajas al restaurante. En el hotel estás aislado del mundo real. La luz es fría, la moqueta asquerosa, los tonos pastel en las paredes. Incluso el clima es artificial. El puto aire acondicionado de los hoteles, permanente, helador. El microclima. Ese hilo musical del hall, digno de servir como banda sonora para cualquier matanza indiscriminada. Versiones de Brian Adams con piano sintetizado. Brian Adams debió sentirse muy enfadado con la humanidad y creó su venganza a base de esas canciones que te asaltan donde menos te lo esperas, constantemente, tantos años después. Él, que había rockeado dignamente en “Reckless”, algo le tendría que pasar para que decidiera infringir tanto dolor a la población mundial.Todo son reverencias y parabienes por parte de los empleados, que seguramente deben escupir en mi cepillo de dientes o en mi café. Todo es “sir” por aquí, y “mister” por allá, y “excuse me” y “have a good evening”. Sonrisas forzadas, tonos de voz pausados, acentos extraños. Y tratas de ser amable y de no comportarte como un pequeño burgués, como un nuevo rico, como un cachorro arrogante de la nobleza. Y en realidad, te sorprendes de que el dinero haga que las personas te profesen ese trato, cuando en casa, la cajera del súper apenas te masculla un saludo y cualquier mamarracho te tutea. Porque en realidad, recuerdas que todo esto es mentira.Canciones:The Stooges: "I need somebody"Pearl Jam: "Why go?"Amy Winehouse: "Fuck me pumps"

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revista