Ficha técnica
TÍTULO: Hoy aún estamos vivosAUTOR: Emmanuelle PirotteTRADUCTOR: Joan RiambauPUBLICACIÓN: PÁGINAS: 254EDITORIAL: GrijalboGÉNERO: Narrativa contemporáneaMi opinión
La guionista belga Emmanuelle Pirotte debuta en el mundo literario con una novela que ha recibido numerosos premios en los últimos meses. Finalista de galardones como el que otorga la importante revista Lire y el Premlère, Pirotte ha ganado el premio Palissy, el del Office Central des Bibliothèques, el Lilly y el prestigioso Edmée de La Rochefoucauld otorgado al mejor debut literario del año. Además, los derechos de traducción de la novela han sido adquiridos por una decena de países y se está preparando una ambiciosa producción cinematográfica, con guion de la propia autora, basada en la emotiva historia.El dieciséis de diciembre de 1944 empieza la batalla de las Ardenas, llamada Unternehmen Wacht am Rhein (Operación vigilancia del río Rin). El objetivo alemán de estas operaciones era romper la línea anglo americana por el medio, capturando Anvers (Bélgica), para rodear y destruir los cuatro ejércitos aliados. Al inicio de la batalla conocemos a Renée. Una niña judía de siete años que huye de la persecución nazi. Cuando parece estar segura en una granja dónde fue acogida, el peligro acecha de nuevo; y para ponerla a salvo la entregan a dos soldados americanos. Renée es muy lista, y poco tarda en darse cuenta que no son soldados americanos, sino oficiales de las SS infiltrados en las filas aliadas. Estos tienen su misión clara y una idea meridiana de qué hacer con la niña. Ejecutarla sin miramientos. Cuando llega el momento, la mirada serena y decidida de Renée conmueve tanto a uno de los soldados, que cambia de opinión y mata a su compañero en lugar de a la niña. A partir de ese instante los destinos del soldado nazi, Mathias, y de Renée, la niña judía, van a entrelazarse perpetuamente.
A través de diecisiete capítulos numerados y un epílogo, Hoy aún estamos vivos transcurre a un ritmo medio, pero sin pausa, durante la batalla de Ardenas que duró aproximadamente un mes, y llegó a su fin el veinticuatro de enero de 1944. Quizás faltaría algo de intensidad en la primera parte pero se compensa de largo en la segunda. Con una prosa sobrecogedora y precisa, y un estilo directo, conocemos cronológicamente la historia entre Mathias y Renée y los fuertes lazos que van a ir formándose entre ellos. Un narrador omnisciente en tercera persona nos descubre a dos personajes que tras todo lo que han vivido, y siguen viviendo en la guerra, se estaban rindiendo. Con su amistad nacerá la fuerza que los hará indestructibles, ante la sorpresa de los que se cruzan a su alrededor, para los que es inconcebible su relación. Un soldado nazi que cuida de una niña judía en medio de la guerra.
Esta una novela de personajes llenos de aristas y matices. Mathias es un chico asocial, profundamente desengañado, que parece despreciar con intensidad la existencia y tras conocer a Renée, pasa a estar excepcionalmente dotado para la vida. La vitalidad y determinación de Renée sorprende tras conocer todo lo que ha sufrido y lo mal que la ha tratado la guerra. Y es su luz y sus ganas de vivir lo que van a cautivar a Mathias con una sola mirada, y le unen a ella aun sabiendo que no es lo que debería hacer.
En definitiva, Hoy aún estamos vivos es una historia de amistad en la Bélgica ocupada de la Segunda Guerra Mundial que nos cuenta unos sucesos que hicieron aflorar lo peor, y a la vez lo mejor, del género humano. Un punto de vista diferente de esta guerra, en un escenario menos conocido. Una historia tierna, dura y con un trasfondo muy hermoso. Un debut literario a tener en cuenta.