Hoy convierto este rinconcito en un espacio íntimo alieno...

Hoy convierto este rinconcito en un espacio íntimo alieno a todo lo que nos ha estado rodeando estos últimos meses. Hoy nada de pañales, de chupetes, de travesuras, de meterudas de pata ni de “nunus”. Hoy es el día del hasta luego, entre mis palabras y las miradas que cada día aquí me visitais. Hoy es el día que dejaré descansar por un tiempo estas líneas para disfrutar de unas vacaciones que intentarán, y espero que con éxito, alejar mi mente de la negatividad que envuelve hoy en día nuestros trabajos, nuestras relaciones humanas, nuestro día a día.

Así pues pongo el cerrojo por unos días a esta puertecita que deja escapar y expone ante vuestras miradas un pedacito de mi experiancia como madre. Espero con ansias poder volver a hablaros a mi regreso de muchas más aventuras. Pero ahora me tomo unos días de blog-vacaciones, agradecida que me permitáis mirar a través de este espacio al otro lado del espejo. Estos días no buscaré ni playas exóticas, ni grandes aventuras, únicamente el afable paisaje de las montañas de mi tierra, la compañía de un buen libro, la alegría de mi hijo, el cariño de mi pareja y mi gente removiendo todos los rincones durante estos días de tan esperado descanso. Qué mejor que aprovechar el verano para cobijarse bajo la palmera de la vida y lanzar bien lejos, por unos días, la llave del cajón de las prisas.

Me tomo un tiempo para estar, ser, escuchar, volver a la calma y dejarme ir y darme la oportunidad de poder recuperar mi “yo misma”. A veces una necesita un espacio para detenerse y recuperar el aliento para luego regresar intensa, apasionada y completamente. Aunque del trabajo de mamá una no se escapa ni en lo alto de la montaña.

Como siempre os deseo lo mejor en estos días y poderos encontrar a mi regreso.