Hoy es el momento de actuar, porque el mañana nunca llega para todos
Y te explicaré por qué lo pienso así.
Hoy cumplo años, no solo de supervivencia, sino de vida plena.
Y doy las gracias. Doy las gracias cada día.
Dar las gracias es necesario, y mucho, pero no es suficiente.
Y te explicaré por qué lo pienso así.
He estudiado medicina, pediatría, he estado tratando a niñas y niños con desnutrición aguda severa
Y te explicaré por qué.
He decidido dedicar mi vida a ellas
A que no sigan muriendo junto a mi ante mi mirada pasiva nadie más
Decidí estudiar medicina, luego pediatría y salud internacional.
Trabajando y luchando contra el hambre, contra la desnutrición, la lepra, tuberculosis.
Para conseguir que no mueran más madres en el parto, ni ningún niño asfixiado nada más nacer.
Ningún niño asesinado por el hambre.
Ni por enfermedades evitables y prevenibles como la diarrea o curables como la neumonía.
Puedes pensar que es un sueño, lo sé,
Pero ya he empezado a hacer este sueño realidad, es largo el camino, duro, pero nadie ha dicho nunca que sea fácil, pero es justo.
¿quieres soñar conmigo?
Este es mi objetivo en la vida,
He empezado en un poblado al sur de Etiopía, en Gambo. Poco a poco lo haremos posible.
Todas las personas deben tener la oportunidad de poder escribir su historia, y para ello, es necesario llegar vivo. Y no todos lo consiguen.
Estoy viviendo en un privilegio que no todos tienen, por ello, es una gran responsabilidad y no es mi deber ahora retornarla,
Dar la oportunidad para que todos puedan escribir su historia.
Empezaré desde el principio,
Me llaman superviviente,
Yo le llamo deber de responsabilidad.
Lo cierto es que sobreviví. Sobreviví al nacimiento. No me ahogué al pasar por el estrecho canal del parto, a los escasos segundos rompí a llorar insuflando de aire mis pulmones y oxigenando todo mi cuerpo, latiendo y respirando con autonomía, llegando a la vida. Quiero recordar, es justo recordar a las niñas y niños que nacieron el mismo año que yo pero no tuvieron la misma suerte sino que murieron durante el parto o los primeros segundos de vida por asfixia, por falta de oxígeno, por nacer en casa, o en un centro sanitario con escasos recursos...,
¿adivinas cuántos?
Más de 5.000.000 niñas y niños murieron el año que yo nací sin poder vivir más allá de sus primeros segundos de vida. Todavía estoy impactado. ¿Cómo quieres que me quede indiferente ante esta cifra? ¿Ante estas niñas y niños que hoy serían como yo pero que no vivieron más que escasos segundos de vida?
Sin embargo, yo seguí respirando, y latiendo, y aprendiendo, a caminar, a hablar... Y cumplí un mes de vida, y un año...
Y según cuentan celebré mi quinto cumpleaños jugando, riendo, como lo debe hacer un niño que alcanza esta edad.
Hoy quiero volver a recordar a todas las personas que nacieron junto a mí y que deberían haber podido celebrarlo tan solo escasas lo consiguieron.
¿adivinas cuántas?
Más de 12.000.000 no han podido celebrar los cinco años de vida.
Pero esto no es todo,
Yo seguí latiendo, viviendo, jugando, comiendo.
Sin ser todavía consciente de lo afortunado que era de tener familia, padre, madre, hermana, recibir cada día el amor y cobijo. Poder comer casa día, caliente, en una casa calidad y llena de amor. Con salud.
Mientras, a mi alrededor, de todas las niñas y niños que nacieron junto a mí, cada día éramos menos.
Mis compañeros de viaje seguían cayendo y muriendo... y yo por mi parte, seguía sobreviviendo...
Sobreviví también a la gran hambruna que azotó en Etiopía cuando tenía escasos años de vida, que se llevó por delante la vida de padres y hermanos, amigos a los que luego conocí.
Murieron miles de vidas inocentes.
Sobreviví a enfermedades como la diarrea, la neumonía, que cada 39 segundos se lleva una vida por delante.
Sobreviví a las guerras, demasiadas,
Darfur, Sudán, Yemen, Siria...
Yemen, Afganistán Siria, Irak, Nigeria, Venezuela, Congo, Colombia, Sri Lanka, Somalia, Palestina, Armenia, Azerbaiyán, Liberia, Sierra Leona, Croacia, Bosnia, Ruanda, Etiopía, Kosovo,
Sáhara occidental, Argelia, Sierra Leona, Angola, Chad, República democrática del Congo, Ruanda, Somalia, Etiopía, Eritrea,
Pakistán, India,
son alguna de las muchas que siguen teniendo lugar en los países olvidados del continente olvidado.
Y podrás pensar que todo esto sucedió lejos, nada más lejos que le error de pensar que no nos atañe lo que pueda pasar en cada esquina y que mata a nuestros hermanos