Un 9 de noviembre del año 1934 nacía Carl Edward Sagan, hoy hubiese cumplido 81 años de seguir entre nosotros. Y como cada año este humilde blog intenta recordarle con un pequeño post, es una tradición que mientras milesdemillones exista pienso mantener.
En este año los logros de la exploración espacial han sido especialmente numerosos. Hemos sobrevolado las hermosas llanuras heladas de Plutón, dos de nuestras sondas orbitan Ceres y el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko. La sonda Cassini, ya en los últimos meses de misión, pasó a través de unos jets de agua y sustancias orgánicas provenientes del océano interior de Encélado. Mientras Juno se aproxima hacia su destino, la órbita del gigante Júpiter.
Los planetas extrasolares descubiertos han crecido exponencialmente, al igual que nuestro conocimiento sobre ellos. Esperamos ansiosos la llegada de nuevos telescopios como el James Webb capaz de analizar las atmósferas de algunos de esos planetas extrasolares.
Muchos más logros se han ido describiendo por estas páginas, pero no todo son celebraciones. Hay algo que me preocupa profundamente, y también hubiera preocupado a Sagan, las pseudociencias van ganando terreno entre nosotros de una manera escandalosa…
Homeopatía, reiki, terapias holísticas, medicinas alternativas… es increíble la aceptación que están teniendo entre la población de los paises desarrollados. Sitios donde hay suficiente acceso a la información para poder distinguir entre lo probado científicamente y la más ruin de las supercherías. Pero algo falla cuando hasta gente formada en universidades acaban ofreciéndote agua con azúcar o una imposición de manos para tratar desde un simple resfriado hasta un tumor agresivo.
Está claro que la ciencia no es un dogma definitivo, y el que así lo crea se equivoca profundamente. No todas las respuestas están a nuestro alcance, pero es la mejor manera que sabemos de hacer las cosas. Investigar, experimentar, formular hipótesis y contrastarlas con la realidad. Es lo que tenemos y es lo que nos ha llevado tan lejos…
El miedo y la desesperación pueden llevar a caer en manos de desaprensivos que solo intentan llenarse los bolsillos de billetes manchados de pánico. El desconocimiento también es un buen caldo de cultivo para estas terapias, e incluso la rabia y la impotencia de gente que ha pasado sin éxito por terapias tradicionales. Todos estos casos son totalmente comprensibles desde el punto de vista del que sufre, pero son imperdonables desde el prisma del que saca tajada de la situación.
Ahora mismo somos una civilización muy vulnerable, demasiado confundida y demasiado perdida. Mi sensación es que vamos hacia atrás, damos pasos hacia el lugar equivocado. Cada vez tenemos más miedo, y ese sentimiento es el peor compañero de viaje que podemos tener…
Por delante tenemos grandes objetivos, grandes miras puestas en el conocimiento de nuestro propio planeta y del cosmos que le rodea. Grandes expectativas dentro de campos como la medicina o la física, hermosas metas donde el ser humano puede demostrar las grandes cosas de las que es capaz de hacer… Desde las llanuras africanas, donde nuestra especie comenzó su andadura, hasta las del corazón de Plutón, hemos recorrido un largo camino. No queremos retroceder ni un solo paso. No vamos a retroceder…
Feliz aniversario profesor Sagan.