Hoy hace un año que llegó una nueva luz a nuestra vida… o mis niñas son en realidad dos luceros del Alma, que nos enseñarán por fin a amar? Tras los momentos sombríos, siempre llega la luz que nos permite olvidar esos momentos, encontrándoles su propio y maravilloso sentido… y haciéndonos despertar! Y la luz nace y nos llega al Alma, desde el Alma, donde tal vez siempre estuvo y no supimos buscarla… hasta que un día como hoy, hace ya un año, apareció ante nuestros ojos y nos hizo suspirar!
Y con su luz llega el amor, pues ilumina toda nuestra vida y todo lo que somos, sentimos y hacemos en ella, desde entonces. Como con el llanto de un recién nacido llega la vida y la esperanza que tanto se hizo esperar! Y con la vida y la esperanza, llega esa sonrisa infantil que nos recuerda a cada instante que amar es fácil, como lo es ser feliz! Basta sentirse bien, estar alegre y sentirse querido! Y lo dice sin palabras, solo amando… y dejándose amar!
Y te das cuenta de que la vida siempre tiene luces y sombras, presencias y ausencias, llantos y sonrisas… pero que, con amor, todo es posible y singularmente mágico, irrepetible y especial, si sabes sentirlo y vivirlo desde el corazón! ¿Y no es entonces cuando aprendemos a amar de verdad y a soñar ya con los ojos bien abiertos, haciendo de este bello y eterno sueño algo precioso para compartir, aunque hoy y siempre solo sea desde el corazón?
A mis amadas niñas, desde el corazón…
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