- Mami, ¡espera! Ser distinto, ¿es bueno o es malo?La madre se paró a pensar unos minutos.- Pues...yo te diría que ni una cosa ni la otra.Y es que los hijos a veces nos hacen unas preguntas que nos hacen pensar, y mucho.
Esto es lo que hace una de las protagonistas de 47 trocitos, Pussy, hermana pequeña de Manuelita, una niña con Síndrome de Down. Ella es feliz, se ríe, juega, comete fechorías con su hermana mayor, la quiere infinito, son cómplices...Crece asumiendo un papel de "jefa" responsable, pensando que todas las hermanas mayores del mundo mundial son como la suya: con 47 trocitos, uno de más. Hasta que un día descubre que no, que su hermana "atrasa" como las manecillas de un reloj.
"Manuelita de Quita y Pon atrasaba como un reloj, sí, pero si tenías tiempo para detenerte y mirarla de cerca (no todo el mundo tiene tiempo ni ganas), allá , en el fondo de sus ojos azules, estaba todo lo que tenía que decir)"Conocen a los "niños cuervo", llenos de prejuicios, que escupen palabras hirientes y a sus 6 años comienzan a parecer el resentimiento y otros sentimientos negros y oscuros en su corazón: ¿Por qué no puedo tener una hermana mayor normal?¿Por qué tenemos que cuidar de ella?¿Por qué no podemos quitarle ese trocito que sobra?
47 trocitos es la historia de dos hermanas. De cómo la Pena y el Susto -que da paso a la Preocupación- que padecemos los padres vienen y van pero no desaparecen.Habla de los hermanos pequeños convertidos sin pedirlo en responsables hermanos mayores y de la reivindicación de su espacio.Habla de la necesidad de escuchar.Habla de la aceptación de las diferencias.Pero sobre todo habla del amor.
Es un libro infantil pero muy adulto. Que hace reflexionar, que te saca una sonrisa pero también te provoca alguna lágrima.
En él he recordado sensaciones y me he visto reflejada en momentos que me han hecho pensar en mi hija mediana y en querer darle un abrazo.
Es un cuento hermoso y duro, pero sin duda que llega, adentro.
Su autora, Cristina Sánchez -Andrade, madre de una niña con Síndrome de Down, se introduce en la literatura infantil en esta obra, que yo recomiendo desde hace un tiempo como un excelente medio para acercar a los pequeños a la realidad de esta condición, a una manera diferente de pensar, de vivir pero no por ello menos válida, y a la importancia de aceptar las diferencias.El cuento, publicado por Edebé está indicado para mayores de ocho años, pero con una lectura calmada, y dando explicaciones complementarias, pueden leerlo primeros lectores o vosotros mismos a vuestros peques.
Ya me contaréis si les ha gustado.¡Gracias por estar ahí!
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