Revista Moda

Hoy me lo dedico a mí

Publicado el 09 marzo 2018 por Patchyo

Durante toda la semana he estado pensando qué escribir el día que me tocaba publicar, que era ayer, Día de la Mujer. Este año ha sido más reivindicativo que nunca y yo también he decidido sumarme a la huelga y pasar el jueves en “silencio de redes”. En Coruña han declarado el 8 de marzo festivo local, así que por defecto ya no trabajé fuera de casa.  Como puedes ver, he pasado el post a hoy, con la intención de dedicármelo a mí y luego te explicaré por qué.

Dedicarme el día a mí es empezar dedicándoselo a las dos mujeres que han hecho que yo sea la mujer privilegiada que soy. Mi madre y su madre, mi abuela.

Gracias a mi abuela aprendí a valorar el amor por los detalles, por la tierra, los animales y sobre todo las plantas. Por el trabajo de las manos, que le hacía no parar nunca, pero siempre feliz y serena y con mucho amor para darnos a todos. Ahora entiendo que en una época en la que el trabajo, el hacer cosas, era considerado un deber y un sacrificio, para ella era lo que le daba sentido a su vida. El estar sentada a su lado y verla “hacer” con sus manos creo que me ha marcado y ha conseguido que también sea una actitud vital para mí.

Gracias a mi madre (¡hay tantas cosas por las que le tengo que dar gracias!) aprendí a tener ambiciones. A creer que si estudiaba y me preparaba, en mi mano podía haber un futuro con muchas más posibilidades de las que había tenido ella. A no pensar que lo más importante de mi vida era conseguir un hombre e hijos y que con ello mi vida ya estaría plena. En estos momentos nos parece mentira que una niña-adolescente tenga eso entre sus prioridades, pero en los 80 en los que yo me crié no era tan raro y muchas madres aún alentaban eso en sus hijas.

Aprendí también a no despreciar ningún aprendizaje, así que, aunque los estudios siempre estuvieron en primer lugar, también había lugar para enseñarme a cocinar, a ir al mercado y a limpiar el pescado para comer rico y fresco, y a saber limpiar mi casa cuando hacía falta (que lo hizo, porque me fui a vivir sola muy jovencita). A coser para poder ser independiente arreglándome mi ropa y a bordar para rodearme de belleza y poder contar historias con mis manos. A respetar los valores heredados y a ser creativa.

Hoy me lo dedico a mí
Foto de Melina Sánchez

Por el camino también han quedado algunas cosas, claro. Fantasmas que han ido creciendo porque a veces los he alimentado yo misma. No me han enseñado o no he querido aprender a espantarlos, porque esa es la mochila que llevamos muchas mujeres todavía. La autocrítica feroz, que me hace perder la confianza en mí misma y en mis capacidades y valores. La presión por querer llegar a todo, como si tuviera algo que demostrar a alguien. La exagerada valoración de mi propia imagen, de mi aspecto físico, que me hace ser mi peor enemiga.

Creo que he sido muy afortunada en la vida y no creo que haya sufrido demasiados obstáculos por ser mujer. Las más grandes zancadillas me las he puesto yo misma. Y por eso hoy quiero dedicarme el día a mí misma. Porque al menos una vez al año quiero estar por encima de todo y quererme y cuidarme más que a nadie. Y después de mí, a mi madre, Mercedes. Gracias, mamá.

Me encantaría saber si ayer tomaste alguna decisión especial en cuanto al Día de la Mujer y a quién se lo dedicaste.

Un abrazo,

Hoy me lo dedico a mí

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Hoy me lo dedico a mí, es un artículo publicado en el blog de Montse Llamas


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