Hoy me voy a un lugar especial, a realizar algo que por mi trabajo he hecho en varias ocasiones, pero esta y por primera vez, al otro lado de la cámara. Reconozco que eso me pone un poco nerviosa, pero dicen que como en todo, siempre hay una primera vez. El lugar elegido solo podía ser el que más me fascina de todo Bilbao, y mira que a mi Bilbao me fascina que hasta tengo una baldosa enmarcada en la pared del salón. Sí, la tengo y no admito críticas....
El culpable de tanta fascinación y de que haya elegido este lugar, solo puede ser él
Al fin y al cabo, ya fue el culpable en que me empeñara hace 5 años que en mi casa solo podían entrar sus sanitarios. Si, he dicho sus sanitarios. Tampoco admito críticas que hasta en el inodoro se puede tener estilo aunque sea poco.... Y él también fue el culpable de que la silla de mi taller fuera suya, y poco me importó que no fuera muy adecuada para un taller, al fin y al cabo, aunque pequeño es mi cortijo....
Y ahora... desearme suerte porque aunque rodeada de muy buenos profesionales que insisten en que va a salir genial, yo por la parte que me toca, no sé como lo voy a hacer.
Cuando pueda contar algo más prometo que lo haré