Nos acercamos a ver Hoy no me puedo levantar, basado en las canciones de Mecano. Los años ochenta. Allí fuimos, cortesía del Impresor. Música para entender que nuestra vida o es generacional o no es. Que vivimos envueltos en códigos y valores que nacen, crecen y mueren con nosotros. No desparecen, pero desde luego, mueren. La España de la transición. La España definitivamente urbana. La emigración. La desmesura. La heroína. Aquel mundo que ha quedado grabado en el imaginario colectivo como el mundo de "la movida" y que es, ni más ni menos, el mundo en el que yo crecí.
Un Madrid libre de identidades, sin patrias, abierto a todos los que llegaban. Un Madrid que nunca preguntaba de dónde venías, sino a dónde ibas. Un Madrid, en suma, que nos convirtió a muchos, creo que yo sólo soy uno más, en personas desconfiadas con las identidades cerradas y en promiscuos identitarios: sanabreses de Madrid, madrileños por Sanabria, rayanos en Portugal, heterodoxos y recelosos contra los excesos siempre...
Buena música, claro. Buen guion y buena puesta en escena. Buenos amigos.
Un buen domingo, en suma.