Vivimos a 100 por hora. Trabajo, casa, redes sociales, revistas de moda, gimnasios, supermercados, intentos de encuentros rápidos con amigos y familiares, periódicos, discusiones y quejas sobre el estado actual de nuestro país y de nuestra economía o situación personal…Nos falta tiempo, aire, calma, tranquilidad… Personalmente, creo haber perdido la facultad de descansar. No logro quedarme en casa parada más de 1 hora. Los parones totales van muchas veces acompañados de un sentimiento de culpa. ‘La vida es corta, hay que saber aprovechar el tiempo’. Esa frase retumba en nuestra cabeza y en nuestra vida cotidiana. Siempre sentimos la necesidad de estar haciendo algo.
En la película Before sunset, el personaje de Ethan Hawke le dice a su compañera de viaje en tren que el hecho de observar el paisaje por la ventana, con la mente en blanco, le permite pensar y desarrollar sus ideales más geniales. Me gusta esa afirmación. Tomar el sol, estar sentada en un tren o escuchar y ver una historia en una gran pantalla siempre dan pie al pensamiento, la reflexión y la creación.
Bajo mi punto de vista, las películas, los libros, el arte y los viajes tienen un mismo fín: la evasión. Evadirse se ha convertido en una necesidad vital para acercarse a estados de ánimo positivos, por no decir a la felicidad. Uno de mis últimos trucos va acompañado de una buena manta, un pijama, algo dulce…y series americanas.
Llevo meses compartiendo parte de mi tiempo (a veces acompañada) con gente que no existe y tramas imaginarias. Me levanto con ganas de que llegue la última hora de mi jornada para saber que ocurrirá con la bipolaridad de Carrie (Homeland), el negocio illegal de Walter (Breaking bad), los problemas cotidianos de las chicas de Girls, los modelitos de Serena, Blair (Gossip girls) o Megan (Mad men) y los enfretamientos con la justicia y bandos illegales de los hijos de la anarquía.
El auténtico fenómeno que supone el triunfo de las series americanas era de esperar. El cine se ha vuelto cada vez más inaccesible, y la mayoria de la gente se ha visto forzada a llevar vidas más caseras y poco tiradas a la calle. Además, los guiones de series como Newsroom, Homeland, Mad men, Breaking bad y otros logros televisivos no tienen nada que enviar a las mayores superproducciones americanas.
No sé si esta tendencia y estas nuevas adicciones, al fin y al cabo, son buenas o malas…Siempre resulta divertido compartir una película o una serie con alguien y quiero creer que muchos temas expuestos en las mismas siempre aportan cosas y pueden ser interesantes. Eso sí, evadirse un rato es bueno e importante, pero opino que medir la porción de vida virtual y darle más importancia a lo que es real lo es aún más, por mucho que nos pueda costar a veces…