Cuando hablo de El Camino, me puedo referir a dos cosas:
- La senda que lleva a Santiago de Compostela desde cualquier punto del mundo, atravesando España.
- La Vida misma, la Existencia.Es tan sorprendente la similitud entre ambas cosas, que muchas veces, cuando hablo de ellas, se confunden, se mezclan o se funden en una sola. El Camino es el espacio, la Vida es el tiempo. Los astrofísicos nos hablan de la dualidad espacio-tiempo como algo inseparable. El Camino nos enseña y nos previene, la vida nos previene y nos enseña, es una relación biunívoca. Cada experiencia de uno, tiene su igual en la otra y viceversa. A veces una sencilla e infantil metáfora te hace recapacitar y sirve como modelo. Pero, ¿con qué autoridad se puede hablar de la vida con 48 años?, y ¿con qué autoridad se puede hablar del Camino con seis Compostelas? Que cada uno juzgue, todo depende de la intensidad con que vivas cada una de tus experiencias, las del uno o las de la otra. En este blog, habrá citas, consejos, experiencias, suposiciones, verdades y ficciones (que no mentiras). Trataré de conseguir una de las cosas que más difícil me ha resultado en mi vida: hacerme entender. Y el que diga que siempre dice lo que quiere decir, miente, porque todo el mundo entiende lo que quiere entender.