“Las batallas hay que darlas, se ganen o se pierdan. Hay que darlas por el hecho mismo de darlas”. Esta frase de José Luis Sampedro ha sido mi lema desde el inicio de mi vida consciente: la lucha por su valor en sí misma, la lucha por la dignidad, la lucha para demostrarles que nunca acabarán con nosotr@s, que, incluso herid@s y pisotead@s, nunca estaremos callad@s. Hoy se supone que tenemos que reflexionar, una reflexión que deseo y deseamos activa, esperanzada, valiente. Y mañana, seguiremos. Hemos salido a la calle; quizá nos echen de ella. Tal vez nos repriman con violencia, o, lo que es peor, tal vez nos repriman manipulando nuestras ideas, utilizándonos, de alguna manera, para perpetuar el sistema. Debemos estar preparados para esas caídas, no es la primera vez que ha pasado, y sobre todo debemos estar preperados para volver a levantarmos, para volver a tomar las calles, ahora y siempre. Para hacer de la lucha el objetivo de nuestra vida, porque siempre hay y habrá algo por lo que luchar. Porque “eso nos junta y eso nos ratifica”. Porque eso nos hace humanos. Verdadera y realmente humanos. Adelante.