Sé que es una situación pasajera, mañana o pasado volveré a estar ansiosa por ser madre… Pero hoy, hoy lo veo con perspectiva.
Un bebé cambia la vida… y no sabes cuánto hasta que esta vida ocurre. Nunca he tenido miedo a eso, es más, deseo ese cambio. Dentro de mi tengo una vida que quiero sacar y vivir, es una vida con Futuro Bebé. No necesito más viajes, ni más salidas, ni descubrir más mundo… quiero vivir mi vida con Futuro Bebé, al lado de Futuro Papá, por supuesto.
Pero en días como hoy tengo dudas, no de desear esa vida. De verdad que no necesito más experiencia que la que realmente deseo. Tengo dudas porque no sé si seré capaz de dar todo lo que esa vida requiere. Soy perezosa por naturaleza y no me quiero permitir la dejadez que de vez en cuando me sale en cuestiones de quehaceres. No quiero que Futuro Bebé viva en una casa donde sus juguetes estén tirados de cualquier manera, la plancha por hacer, sin ropa porque no pongo lavadoras.
Soy consciente que ese futuro tiene una rutina que implica dormir mal, ir a trabajar, cuidar de un bebé, no dejar de cuidar a mi marido y tener la casa decente… Por lo que el tiempo para mí desaparece. Lo disfrutaré de otra manera, mediante la felicidad de los míos, pero no será mi vida, no me realizaré en mí. Y odiaré mi trabajo por no poder estar más tiempo dedicándole a los míos.
¿Seré capaz? En ratos como hoy el desánimo me puede. Quiero comentar los posts que leo… menos mal que tratan sobre lo bien que se lo pasan con los pequeños de la casa en el #FotoFinde, pero hoy tengo miedo.