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Htin Kyaw, mano derecha de Suu Kyi, nuevo presidente de Birmania

Por Birmania Libre @BirmaniaLibre

Htin Kyaw, mano derecha de Suu Kyi, nuevo presidente de Birmania

Htin Kyaw, el nuevo
presidente de Birmania

El Parlamento de Birmania ha elegido este martes a Htin Kyaw, amigo personal y hombre de confianza de la premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, como el próximo presidente del país, el primer civil en situarse al frente de esta nación asiática después de más de 50 años de gobierno militar.
En una jornada histórica para este país que marca su transición hacia la democracia, el candidato de 69 años de la Liga Nacional por la Democracia (LND) se hizo con 360 de los 652 votos emitidos por las dos cámaras legislativas, un triunfo cimentado en la apabullante victoria electoral que logró en noviembre esta formación prodemocrática liderada por Suu Kyi.
Mama Suu, como la apelan cariñosamente muchos de sus conciudadanos, no ha podido ocupar la presidencia debido a que una ley redactada en tiempos de la Junta Militar se lo impide. Sin embargo, durante la campaña ya advirtió de que sería ella la que en el futuro gobernaría el país y tomaría las decisiones más importantes a través de un representante, motivo por el cual el pasado jueves su partido propuso para el cargo a un hombre de su círculo más íntimo.
En respuesta a esa confianza depositado en él, nada más hacerse con la presidencia, Htin Kyaw declaró a Reuters que "el resultado de hoy es fruto del amor del pueblo por ella. Es la victoria de mi hermana Aung San Suu Kyi".
Precisamente, fue ella la primera en depositar su papeleta en la votación parlamentaria de hoy y, tras anunciarse la victoria de su amigo de la infancia, las cámaras la mostraron sonriente y aplaudiendo. "Es un gran día para nosotros", declaró Zar Ni Min, otro de los miembros de su formación. "Esto es lo que hemos estado esperando desde hace mucho tiempo".
Militares y minorías
El segundo lugar en la votación fue para el general Myint Swe, que ocupará la primera vicepresidencia en el próximo gobierno. Su candidatura, anunciada ayer por unos militares que todavía mantienen una importante cuota de poder, fue duramente criticada desde diversos ámbitos del país, ya que él fue uno de los encargados de atajar por la fuerza la llamada "revolución del azafrán" protagonizada por los monjes budistas en 2007 y su nombre está en la lista de sancionados por los Estados Unidos.
La segunda vicepresidencia será ocupada por Henry Van Thio, también nominado por el LND, un miembro de la etnia Chin que fue elegido precisamente para dar voz en el nuevo ejecutivo a las numerosas minorías étnicas que habitan en el país.
El camino hasta el día de hoy no ha estado exento de trabas. Durante las últimas semanas, y pese al secretismo reinante en torno a las negociaciones, la tensión ha ido creciendo entre Suu Kyi y los militares ante la negativa de estos a modificar la legislación para permitirle gobernar y otros asuntos relacionados con el cambio en el poder.
Desmilitarizar el país
La Nobel pretende desmilitarizar la vida política del país, pero para ello, paradójicamente, necesita de la colaboración y ayuda de los propios militares. Antes de iniciar este proceso de transición en 2011, la Junta Militar se aseguró de que este estamento controlara en el futuro tres importantes ministerios -Defensa, Interior y Fronteras-, así como una minoría parlamentaria con el poder de veto suficiente para limitar el alcance de las reformas que quiera impulsar el nuevo gobierno.
En los próximo días, el recién nombrado presidente deberá conformar un nuevo gabinete que sustituya a partir del 1 de abril al gobierno saliente del presidente Thein Sein. Aunque se ha especulado con la posibilidad de que Suu Kyi forme parte del mismo, todavía no está claro qué cargó ocupará en él.
Pese a que prácticamente nadie disiente de que Mama Suu sea la que tiene que estar al frente de la nación, existen muchas dudas de cómo va a llevar a cabo esa tarea por medio de un intermediario. De hecho, ya hay analistas que han advertido de que el centro de poder se podría dividir en dos campos -el del presidente electo y el de a mujer tras él-, algo que amenazaría con paralizar a la nueva administración desde el principio.
Según un artículo del The Myanmar Times, Suu Kyi es famosa por su "estilo rígido y la renuencia a delegar la autoridad", por lo que necesita al frente del gobierno una "figura decorativa" que sea "totalmente obediente", ya que no parece probable que ella vaya a renunciar al control total.
Además, el nuevo gobierno tendrá que hacer frente desde un principio a una serie de problemas que lastra desde hace años el país, entre los que destacan la pobreza, los conflictos armados en varias regiones de su territorio pobladas por minorías y la falta de infraestructurasArtículo de Ismael Arana visto en El mundo.

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