Huelga 2.0

Los sistemas políticos controlan nuestra mente para que reaccionemos. Pero están diseñados para que la reacción no sirva para nada. Los sistemas tienen más trampas que una película de chinos. Si un sistema fuera un traficante  pensaría algo así: si en los alrededores de un pequeño pueblo de Pontevedra prendes fuego a un bosque, todos los efectivos de la Guardia Civil se dirigirán al lugar del suceso y tú podrás anclar tu barco y descargar tranquilamente la mercancía. Nosotros somos la Benemérita. Nosotros nos quemamos en el fuego de la opción política. Sólo hay dos. Es difícil estar en el medio. Y estés donde estés, te quemas. Peleas contra algo o contra alguien, da igual, peleas. Mientras tanto, los gestores del sistema descargan la mercancía. Quizá deberíamos plantearnos una huelga 2.0. La huelga del futuro. Un día en el que todos elijamos nuestra propia forma de vida, sin presiones ni ataduras, libre, sin dinero ni medios de masas. Quizá entonces funcione el trueque y los coches vuelen.