Revista Opinión

Huelga decirlo

Publicado el 11 marzo 2019 por Elturco @jl_montesinos

Se nos viene encima el 8 de marzo, Huelga Feminista, y ya están trufados los medios de comunicación de las reivindicaciones feministas tópicas y típicas, la mayoría sin ningún sustento real detrás. Y menos en España. La brecha salarial es producto de las elecciones libres de hombres y mujeres, como demuestran ya innumerables estudios, incluyendo a la nada sospechosa de machismo Universidad de Harvard y la llamada paradoja nórdica. Cuando las mujeres tienen libertad real para elegir sus trabajos, acaban por elegir, generalmente, trabajos peor remunerados. Las preferencias de muchas mujeres son las que son, pero como muchas votan mal, mejor no respetarlas, pensarán muchas huelguistas.

No sé si vale como muestra pero el seguimiento real del año pasado, donde yo me encontraba fue bastante pobre, por no decir irrisorio: la mayoría son mujeres. Este año pinta parecido. Las personas, que seguramente quieren ser felices, no pueden pasarse el día cabreados con todos los males que se nos vienen, según los telediarios y los periódicos, y cada vez más buscan otro tipo de remedios. Hemos comentado este aspecto largo y tendido en este blog y en mis entradas.

Lo que no acabo de ver es que, si todas las instituciones gubernamentales están a favor de la huelga, hasta el punto de hacer el ridículo poniendo el logotipo de la misma en los perfiles institucionales de las redes sociales, a quién reclaman las huelguistas. En España más del 90% de los habitantes dicen creer firmemente que los hombres y las mujeres son igual de capaces. Quedan unos pocos que no lo afirman porque en todas partes hay imbéciles. EL resultado está por encima de cualquier otro país. Tampoco queda claro qué reclaman los que siguen la huelga porque sería estúpido un gobierno reclamándose a sí mismo. ¿O no?

Es evidente que no se trata de reclamar nada. Se trata de visibilizar, que es el verbo que los gobiernos utilizan como coartada para limitar nuestras libertades. Por poner otro ejemplo, decían ayer @desdemoncloa que en España hay 2,4 millones de niños en riesgo de pobreza. Si en España hay algo mas de 8 millones de menores de edad, un tercio de los mismos está en riesgo. Lo primero es que la cifra de La Moncloa es falsa de toda falsedad. Lo segundo es que si cuela es una excusa cojonuda para meternos un hachazo fiscal, con esos pobres niños que lloran en las calles pidiendo pan.

Lo tercero, y quizá lo que más me repugna, y por eso lo pongo en párrafo aparte, es el tremendo insulto que supone para la gente que realmente lo pasa mal la mentira continuada y la procedencia de la cifra, desde Moncloa, los que se supone que tienen que arreglar el asunto, nos dicen que no tienen ni puta idea de hacerlo. Algo parecido pasa con el feminismo imperante. En lugar de reclamar acciones internacionales y diplomáticas allí donde sí existen mujeres oprimidas es mejor mirarnos el ombligo. Hacer ruido aquí desde el confort del país más sano del mundo y con mayor aceptación de la homosexualidad.

En España se vive razonablemente bien. Existe un amplia integración social por todos los colectivos (que palabra más fea) y minorías, mucho mayor que en lugares que suponemos más civilizados. La contaminación es baja y poco peligrosa, pese a nuestros gobernantes y sus proyectos contraproducentes. La comida es saludable y el nivel de vida aceptable. Pero la perfección no existe. De eso se aprovechan y con ello alimentan a los tontos útiles. Yo no soy capaz de entender ese mecanismo primitivo que nos hace creer que necesitamos un gobierno opresor, expoliador y corrupto para gobernar hasta el último rincón de nuestras vidas. De eso va la huelga, de visibilizar. De mantener la coartada para el robo sistemático y la imposición. Porque si no existen problemas, ¿en base a que vamos a sacarle los cuartos al ciudadano? Mejor será que sigamos manteniendo alguno. No sea que se den cuenta y se nos acabe el chollo.

Publicado en DesdeElExilio.com


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