«No hay excusa que valga: La huelga de los empleados públicos ha sido un fracaso; un fracaso relativo, ciertamente, pero fracaso al cabo. Más fácil: Si el objetivo era demostrar al Gobierno que entre los trabajadores dependientes de la Administración existe capacidad de respuesta y una oposición sólida a las medidas de ajuste, la huelga ha sido un fracaso. Resulta un tanto chocante que se diga o escriba que el fracaso es de los sindicatos convocantes y sólo de ellos: ¿Dónde están los miles de empleados públicos que se quejan del recorte del 5% de sus salarios? La jornada de ayer ha demostrado que, llamados a escenificar el rechazo del que tanto se habla en cafeterías, reuniones de amigos, sobremesas familiares, etcétera, la inmensa mayoría ha optado por callar y, por tanto, aceptar el tijeretazo»...
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LHD :: Una huelga egoísta
Revista Comunicación
Escribe Félix Soria: