Huelga general (2)

Hace un par de días leía un artículo en el blog de Angels Castells que empezaba así:

Ayer hablé con personas honestas, con un gran sentido de la justicia, con empleo (más o menos precario) y voluntad de participar en la Huelga del 29-S. Temen no poder hacerlo. Una de ellas tiene un contrato temporal en una empresa mediana sin ni siquiera delegado sindical. Me dijo: seguramente somos muchos los que querríamos hacer huelga porque la vemos justa, pero nadie se atreve a hablar de ello...

Inmediatamente me vino a la cabeza mi primera experiencia en esto de las huelgas. Yo tenía 16 años recién cumplidos, había terminado el Bachillerato y mi padre había hecho gestiones con un empresario para que me hiciese un contrato de trabajo de 6 meses en el almacén de una fábrica de juguetes de Ibi. Cuando llevaba allí apenas un par de meses, fue convocada una huelga general en España y aquella empresa paró casi al 100%, pues había un fuerte colectivo sindical semiclandestino (todavía no estaba totalmente desmantelada la organización sindical franquista).
Yo era un adolescente que no tenía ni idea de muchas cosas, pero capté que ante una huelga no podía caber otra respuesta personal que la solidaridad con los demás trabajadores. Hoy, 34 años después, sigo pensando que una huelga sólo sirve para demostrar la fuerza de la unión de los que la convocan y los que la secundan (que ya es bastante), sirve para reforzar el trabajo de los sindicatos. Y si no te lo crees, mira lo que está pasando en China.
En algún otro foro he contado como acabó la historia. Tras la jornada de huelga, el dueño de la empresa vino a verme y me dijo: "Ya sabes que te has jugado el puesto "borinot" y yo, en mi candidez, le pregunté: "¿Por qué?". Aquel empresario me miró con el ceño fruncido, dio media vuelta y se marchó. Ya jamás volví a hablar con él.
Es cierto, perdí mi primer empleo, pero ahora pienso que bajarme de ese tren (aunque fuera a empujones) me permitió subir a otro, y luego a otro, y así mi vida se ha ido enriqueciendo en cada uno de los puestos de trabajo que he desempeñado.Y digo todo esto para que la gente joven pierda el miedo, pues aquella huelga, como la del próximo día 29, no es una huelga contra las empresas, sino contra una política económica poco social y contra una reforma laboral infumable.
Anoche, al abandonar el salón de actos del Polivalente después de escuchar a los responsables comarcales de CC.OO. y de U.G.T., reflexionaba sobre la convocatoria de huelga del día 29 y cada vez tengo más claro que los españoles, todos y todas, nos jugamos mucho. Y para explicarlo, nada mejor que una serie de cortos humorísticos como los que ha puesto en circulación U.G.T. y que se pueden ver en la página hazteelsueco.org
Se publica uno cada dos días. Os dejo con el úlimo de la serie "Las mentiras de la crisis":