Greta Thunberg
Primero fueron las mujeres, el 8 de marzo de 2018, en que también salieron los pensionistas. Hoy, viernes, es el turno de los que protestan contra el cambio climático, los “Fridays for Future” (Los viernes para el futuro). Partidos como Podemos o el PSOE, con las elecciones pisándoles los talones, manifestaron rápidamente su apoyo a las manifestaciones convocadas por “Juventud por el Clima”. Sin embargo, los ecologistas piden que ese apoyo se traduzca en medidas ambiciosas en sus programas electorales y no se queden sólo en palabras. De lo contrario, se caería en el riesgo de cometer greenwashing político.
La protesta surgió con Greta Thunberg, quien padece asperger, una manera de autismo, y TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad). Es vegana y quiere dejar de usar el avión para no dejar huella de carbono. En una carta pública, negó cualquier financiación privada en sus campañas y asegura que escribe sus propios discursos. “No he conocido a un solo activista climático que esté luchando por el dinero. Esa idea es completamente absurda”, afirmó rotundamente. “Además, sólo viajo con permiso de mi escuela y mis padres pagan por entradas y alojamiento”, explicó. El pasado febrero, la activista sueca llegaba a Bruselas con un mensaje claro: “Si la UE quiere hacer su contribución justa para permanecer por debajo del límite de los dos grados, deberá conseguir un mínimo de un 80 % de reducción para 2030. El doble de ambición que en la propuesta actual”. Pese a su juventud (Greta tiene sólo 16 años) es toda una líder mundial. Y, desde agosto de 2018, organiza y lidera todos los viernes el llamado 'Fridays for Future', que se repite cada semana con éxito. Pero esta vez ha dado un paso más, llamando a la huelga internacional de este viernes para protestar contra las políticas que llevan a empeorar la situación de nuestro planeta y han provocado el cambio climático.
El pasado agosto, cansada de la inacción de los gobiernos, Greta comenzó su propia huelga escolar en las puertas del Parlamento sueco, pidiendo a los partidos que actuaran con urgencia para frenar el cambio climático. Y propagó con éxito mediático por toda Europa un movimiento a favor de la ecología. “En el 2078 -confesó- celebraré mi 75 cumpleaños. Para entonces, si tengo hijas o nietos, quizás me pregunten por qué (vuestra generación) no hizo nada cuando aún había tiempo para actuar”. Este es uno de los motivos de que, cada viernes, los estudiantes de toda Europa se suman a las huelgas por el clima o viernes por el futuro, los #FridaysForFuture. Movilizaciones de estudiantes masivas por Europa que han tenido mucho éxito en los últimos 3 meses: 75.000 personas en Bruselas (Bélgica), más de 10.000 en La Haya (Holanda) y 30.000 en Berlín (Alemania), con ecos en otras partes del mundo como Estados Unidos y Australia, según Greenpeace.
La huelga promocionada por Greta es estudiantil, a nivel internacional, y piden que participen trabajadores y padres para acompañar a los jóvenes. Se espera que más de 1.000 ciudades de 89 países participen en ella. En España habrá movilizaciones en al menos Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Bilbao, Málaga, Zaragoza, Palma, Santa Cruz de Tenerife, Granada y Badajoz.