Revista Opinión
Llevamos varios días sin suministro regular de prensa en Madrid y parece que a todo el mundo le da igual. Llevo en la mano cuando acudo al quiosco el buen tío, del maestro Espada, y me topo con una de sus (brillantes) reflexiones sobre la profesión, en la página 24. Señala que, para construir el libro, ha partido de un razonamiento a priori: “el
razonamiento de que los periódicos importan. De su primera hasta su última
línea. De que importan para los que los escriben. De que importan para los que
los leen. De que son decisivos en la fijación de la agenda pública y en la toma
de decisiones. De que todo en ellos ha de tomarse seriamente. El caso que aquí
se analiza justifica los apriorismos. Estoy convencido de que, aún en el nuevo
paradigma digital, los periódicos imprimenun fuerte carácter al día día. De esta circunstancia y del examen de cómo
se confeccionan se deriva una inquietante conclusión: pocos oficios muestra una
relación tan descompensada entre la preparación de los que lo practican y la
importancia social del oficio.Es fácil
alertar de que niños están manejando bombas"