El primer ministro, Georgios Papandreu, debe aprobar una nueva campaña a cinco años de subidas fiscales, recortes de gasto y venta de activos públicos para continuar recibiendo la ayuda de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional y evitar el impago.
El dirigente no sólo afronta protestas públicas y resistencia de la oposición conservadora, que está por delante de los socialistas en los sondeos de opinión, sino también de parte de su grupo parlamentario que amenaza con rechazar el plan.
Miles de activistas y sindicalistas se reunieron en la plaza Syntagma del centro de Atenas, frente al Parlamento, para intentar impedir que los diputados debatan las medidas.