Splitter machaca ante Mumbrú -EFE.
Fue un ídolo para la afición bilbaína, el cerebro perfecto para el equipo revelación de 2008. Marcelinho Huertas (Sao Paulo, 1963) sólo estuvo un año en Bilbao, pero sigue siendo una persona muy querida entre la afición del Bizkaia Bilbao Basket. El club en el que el brasileño alcanzó sus mejores números (14’6 puntos de media) y fue nombrado mejor base de la competición. Su vuelta a Bilbao resultó fundamental para que su nuevo equipo, el Caja Laboral –y previo paso por el Gmac Bolonia–, ganase por 71-86 y se colocase a un triunfo del Barça, vencido a última hora con un triple de Rafa Martínez. Huertas anotó siete de sus 11 puntos en poco más de un minuto –triple en suspensión y rectificando en el tiro incluido, fantástico– para hacer ceder definitivamente a su ex equipo (62-74 a los 6m 07s). El ex jugador del DJV Joventut repartió seis asistencias. Y uno de los grandes receptores fue su compatriota Tiago Splitter (Joinville, 1985), que dominó cuanto quiso en la zona y sólo tuvo mínimas dificultades con el histriónico Jerome Moiso. El gran pero de Splitter (19 puntos y cuatro rebotes) fue su pobre balance de tiros libres (6/12).
Las ausencias suelen ser la excusa más recurrente, pero también el mejor contratiempo para exprimir al resto a los sanos y a los recambios temporales. Con Oleson, Eliyahu y Barac lesionados, en Vitoria sólo buscan un pívot puntual y de garantías. Ausencias que hicieron que tres jugadores jugasen prácticamente todo el encuentro: San Emeterio (38m 21s), Teletovic (37m 37s) y Splitter (39m). Exigencias a las que los tres respondieron de maravilla. San Emeterio, el segundo jugador que más juega en la Liga, se está mereciendo un hueco en el Mundial de Turquía con la selección: es muy fiable en el tiro (anotó 14 puntos) y muy hábil en las penetraciones. El triple es el gran argumento de Teletovic (18, 3/5 desde más allá de 6’25), una torre polivalente capaz de hacer daño tanto dentro como fuera, con la misma facilidad. Mientras que Splitter es el icono del Caja Laboral desde que su mentor, Scola, se fuese a los Rockets de la NBA.
English y Herrmann
El gran rendimiento coral del conjunto de Ivanovic no justificó el marcador, demasiado severo y excesivamente amplio para los méritos del Bizkaia Bilbao Básket. Los locales supieron sobreponerse al extraordinario inicio de los visitantes (6-23 a los 7m 03s) y anotando los cinco triples intentados. Los locales defendieron mejor y, en un momento, redujeron drásticamente las diferencias con un parcial de 11-0 (17-23 a los 10m 35s). Y llegaron al descanso con una desventaja pequeña (36-44), tras una jugada de dos más uno de English, que ya se ha adaptado a los esquemas de Ivanovic y sobre todo a no ser el gran referente del equipo, como fue en el Gran Canaria. Más problemas está teniendo Walter Herrmann, el fichaje mediático del año en Vitoria y que no pudo debutar hasta la jornada 14ª por estar lesionado. El argentino ha jugado más de 12 minutos (en Bilbao nueve) y no ha pasado de seis (en el Bizkaia Arena, cinco). Por las circunstancias Herrmann llegó a jugar de 4, aunque hizo dos personales seguidas y apenas jugó más.
El Bizkaia Bilbao Basket, entrenado ahora por Katsikaris, tuvo un gran comienzo de la segunda parte. Bajo la manija de Javi Rodríguez y los puntos de Banic (15) y Mumbrú (13) tuvo su primera y única ventaja del partido (53-52 a los 25m 27s). Pero a partir de entonces sus intentos de volver a acercarse fueron insuficientes, por su propia precipitación y por los innumerables recursos de su rival, especialmente de la dupla brasileña, Huertas y Splitter. Casi 12.000 personas, la mejor entrada de la temporada en ACB, disfrutaron de un buen partido. Una previa más que interesante de lo que se verá en la Copa.