Este es un “fail” clamoroso de mi faceta de hortelana ( urbana).
Hace apenas unos días, escribía “Madre del Amor Frondoso que huerto tan hermoso” al ver la rúcula y las espinacas , creciendo de forma vertiginosa.Era el momento de la foto que inicia este post.

Cuando he salido al regar el huerto , me he encontrado con esto. Un desmelene total. Muy…desaforado. Todo está verde y frondoso pero…a las espinacas le han salido flores! Hay dos de los días que no lo he regado yo, así que calculo que esto ha ocurrido en estos últimos cuatros días.


Esta temperatura (veraniega) de 23-24 ºC me ha desestabilizado a la espinaca que, como si de una alarma se tratara, ha dicho : me reproduzco, ya. De momento, ya os informo que las espinacas no van a florecer tan tranquilamente… Están en manos de una hortelana urbana que viene a ser como una psicópata peligrosa en su mundo de huerto…
Ya aprendí que si las verduras florecen, vamos mal. Normalmente, es el momento en el que concentran la energía en producir flores y pierden muchas de sus cualidades y, lo más importante, amargan…He hecho una prueba empírica y me he comido varias de ellas en una súper ensalada de espinacas que además de mezclar con rúcula y parmeggiano, he aderezado con una vinagreta hecha con cebolla (doradita), jabugo ( crujiente) y vinagre de Módena. En vista del resultado, he cosechado las espinacas pero no las tengo todas conmigo.
Precisan de otra “prueba empírica” …

Desmontando el Mito de Popeye
Y buscando información sobre estas sorprendentes flores que han aparecido en mis espinacas en unos días, he descubierto que lo de que contienen mucho hierro y por eso Popeye se ponía así de fuerte y majo es falso. El científico que dotó el valor del hierro, se equivocó en un decimal y multiplicó por 10 el valor real. Las espinacas tienen el mismo aporte de hierro que la col , la lechuga o las acelgas. Total, que era un placebo…
