Bailando y goleando bajo la lluvia.
Tarde de mucho en juego, nervios e incertidumbre en ambas ciudades de Aragón y provincia. El Huesca y el Rezal Zaragoza llegaban a la fiesta del fútbol aragonés con demasiado en juego y mucha necesidad de puntuar, mejor si eran 3 puntos.
En riesgo de suspender el encuentro por el estado encharcado de El Alcoraz, desde GOLTV y los periodistas de Aragón Tv nos llegaban informaciones de si se jugaba o no.
Finalmente hasta las 7 de la tarde no lo supimos con certeza. Se jugaba. No se retrasaba. A las 20 horas se jugaba en El Alcoraz el derby aragonés. El autobús del Real Zaragza no daba la vuelta, continuaba hasta llegar a Huesca.
El césped estaba encharacado, se hacía muy difícil jugar a fútbol, mover el balón en condiciones y más todavía recibir y controlarlo.
El Zaragoza buscaba en la primera parte el contragolpe con un hombre en punta y el resto en defensa mientras que el Huesca quería empujar con fuerza desde el área blanquilla.
Irureta muy acertado salvó todo lo que le llegaba a sus manos, fácil o difícil de parar. Cabrera en defensa y Xumetra en ataque fueron los mejores del partido.
Tras una primera parte dudosamente buena y muy complicada, al inicio de la segunda entró el primer balón en portería. Era Borja Lázaro quien mandaba el esférico a la red sin que Irureta pudiese evitarlo. Casi sin tiempo para que el Huesca reaccionase positivamente a ese gol el Zaragoza corría a la desesperada hacia la portería de Sergio Herrera y Dongou, tras un mal despeje del portero, empujó el balón consiguiendo empate. Tras esta acción el Zaragoza cogería una seguridad tan buena que provocaba que las riendas del encuentro fueran suyas. Ángel haría el segundo gol para darle la vuelta al marcador y remarcar el buen encuentro que estaban disputando tanto de lucha contra el mal tiempo (no paraba de llover) como del gol en contra que siempre les achica si les marcan primero. Dongou, muy activo en la segunda parte conseguía posteriormente volver a marcar tras un fallo del que era difícil salir airoso y poner el 1 – 3 en el marcador.
Con toda la lucha e intensidad que le puso el Real Zaragoza a este complicadísimo partido devolvieron la ilusión a una grada que no dejó de animar y a los que lo vimos desde casa. Se necesitaba un partido de estas características, aunque mejor sin lluvia ni ese barrizal en el que se jugó, y los blanquillos nos lo supieron regalar. El venezolano Fletcher debutó muy bien con la eslástica blanquilla.
En el descuento, porque no todo el guion iba a cambiar, Alexander González empujó el balón y puso el 2- 3 en el marcador que estrenaban los oscenses.
Aún así, nos ofrecieron un partido no vistoso pero sí goleador y consiguieron que El Alcoraz se vistiera de fiesta fea pero con goles y una victoria muy necesitada para los blanquillos, con desespereación azulgrana, que también necesitaba ganar.