El magnesio funciona como un “súper mineral” para el cuerpo. ¿Querréis creer que está presente en más de 300 funciones corporales para la salud? Mantener los huesos fuertes, relajar los nervios y músculos, mantener la circulación de la sangre fluida o ayudar al organismo a producir serotonina. Estos serían algunos de los ejemplos en los que el magnesio está implicado.
Una deficiencia de magnesio puede producir debilidad, calambres musculares, hipertensión, dolor de cabeza, insomnio y hasta depresión (a causa de los bajos niveles de serotonina).
Conocido como un mineral anti estrés, el magnesio es un tranquilizante natural que relaja los músculos, por lo que está recomendado en tratamientos contra la depresión, fatiga, irratibilidad y ante episodios de estrés. Veamos:
¿Os sentís fatigados a menudo? ¿Cansados sin causa aparente? ¿Habéis sufrido últimamente algún calambre muscular mientras hacíais ejercicio?
Los calambres musculares son frecuentes cuando no se ha calentado adecuadamente antes de comenzar el ejercicio y cuando no se hacen estiramientos musculares posteriores a la actividad deportiva. Pero eso no es todo, quizá vuestra dieta no contiene la suficiente cantidad de magnesio que vuestro organismo necesita.
Conocido por muchos como un “alimento de los músculos”, el magnesio es uno de los minerales realmente importantes para nuestro cuerpo porque es necesario para poder realizar correctamente múltiples funciones corporales: en el sistema muscular, en la producción de energía de la glucosa, en la asimilación del calcio y distribución de sodio y potasio a través de las membranas celulares, en el funcionamiento del cerebro y en muchos otros procesos vitales.Una dieta equilibrada nos aportaría la cantidad suficiente de magnesio, pero la realidad es que en muchas ocasiones nuestra alimentación diaria no nos llega a proporcionar ni un tercio de la cantidad recomendada, que es de 360 mg/día.
Las personas activas, estudiantes, mujeres embarazadas, deportistas o que realizan esfuerzos físicos fuera de lo normal, tienen un consumo más elevado de magnesio. También los fumadores y las personas sometidas a dietas especiales, como las de adelgazamiento. A todas ellas les puede ser beneficioso un suplemento de este mineral.
El magnesio se encuentra en cantidades importantes en los vegetales de hoja verde, dátiles, legumbres, soja, semillas, frutos secos, salmón, marisco, cacao y en menor cantidad, cereales integrales. O sea, que un puñadito de frutos secos (almendras, pistachos y/o nueces) no os irán nada mal. (Pero un puñadito solo, ¿eh?)
Si optáis por tomar un suplemento adicional, os aconsejo que tengáis muy en cuenta la forma en la que éste se presenta, ya que de ello depende su asimilación en el organismo. La forma con mayor tasa de absorción son los minerales, (en este caso el magnesio) “quelados con aminoácidos”. Mirad bien los detalles en la composición del preparado que vayáis a comprar, y si no lo tenéis claro, preguntad a un profesional sobre el tema.
¿Y vosotros? ¿Tomáis suficiente magnesio mediante la dieta diaria? ¿O tomáis alguna suplementación adicional? Estaré encantada de leer vuestros comentarios!!Besos desde mi blog!!!