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"Su personalidad era avasalladora, pero no era un tirano", revelan las crónicas habladas de pasillos en las redacciones de La Habana. "No fue un buen administrador de recursos y pecó de excesos".
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HE ESCRITO dos o tres notas a raíz de la fulminante muerte del presidente venezolano Hugo Chávez, y la reacción del periodismo oficialista cubano, de donde yo provengo y que tanto ha mitificado a Chávez, no ha tardado en llegar.
Una ráfaga de correos a manera de escuetos monosílabos he recibido de viejos colegas que siguen allí, enclaustrados en una visión obcecada de la vida.
Leo sus mensajes y a primera vista atrapa la táctica maestra para neutralizar. Son crónicas justicieras que buscan medir la reacción de quien escribe y el calibre de cuanto se escribe, si es que lo hubiera. Yo no lo creo así.
En esa tentativa fluyen los mensajes que son como atestados que actúan en consecuencia con la manera distinta de pensar.
De lo poco que he escrito,
-pregunto yo- ¿qué os puede molestar y en que no llevo razón? si realmente, no la llevo.
¿Por decir que "Hugo Chávez ya es pasado y su muerte abre un proceso de cambio en toda la América Hispana? ¿Que Venezuela –y en una gran medida, su pueblo- empieza una nueva etapa que el mundo espera para bien; y que en Cuba, su más cercano aliado, también?".
http://atriopress.blogspot.com.es/2013/03/sin-chavez-venezuela-empieza-una-nueva.html?m=1
O esto otro: "Si Venezuela hubiera conservado razonablemente lo que la fortuna le trajo con la bonanza petrolera a su favor, sería el país más rico del continente. En doce años pasaron por el chavismo más de un billón doscientos mil millones de dólares ( USD 1 200 000 000,00 ) Tras el impacto de la muerte de su presidente, un golpe peor: la certeza de haber perdido toda la infraestructura que tenía y haberse endeudado hasta el gollete". http://atriopress.blogspot.com.es/2013/03/tras-la-muerte-de-hugo-chavez-que-va.html?m=1
Y hasta por esto: "Sin dudas, lo que más va a doler a Cuba -está doliendo ya- tras la muerte de Hugo Chávez, es la incógnita que se oculta tras el brazo directo que se pierde por la gran ayuda económica que Chávez ha brindado a la isla a lo largo de sus mandatos. Cuba y particularmente su régimen, pierden con Chávez una mano tendida, que únicamente se compara con los favores que tuvo La Habana en los años 70 y 80 del esplendor soviético".
http://atriopress.blogspot.com.es/2013/03/hugo-chavez-el-brazo-perdido.html?m=1
A juzgar por las críticas, el gran talón de Aquiles -como lo ven desde Cuba- es que uno escribe sin informarse, influenciado por los grandes monopolios occidentales de la información.
Me permito reproducir esos mensajes justicieros que desde La Habana, emplazan mi feliz manera de decir. No la cambio.
Mis colegas narran, emplazan y desmienten como si escribiesen crónicas de una viva realidad.
Por respeto a la intimidad de las personas, voy a omitir sus nombres.
Me dice Milagros, esa colega que en cualquier parte de la isla encarna la frustración de no poder pensar diferente: "a veces te vas por los extremos. “Refresca” un poco la política, la vida me ha dicho que no conduce a Liborio (como llaman en Cuba al pueblo) a ningún lugar fiable". Después matiza: "Y de Cuba, es mejor no hablar para no caer en teorizaciones babilónicas".
Jorge que puede ser Miguel, Alberto o Alfredo, es más cruento al sancionar mis artículos sobre Chávez, desde una óptica parcializada, casi aberrada en la manera de ver mis enfoques: "tú deberías mirar con más cuidado todo lo que el poder mediático occidental pone en tus manos. Hay muchas verdades, pero hay amarillismo, sensacionalismo, afán por vender más en tiempos de crisis".
Sorpresivamente el colega deja claro que la muerte de Chávez se sabía en Cuba, y abunda: "no fue una sorpresa en Cuba la muerte de Chávez, aunque dejó su estela de conmoción. Nadie puede negar su amistad sincera con
Cuba, la ayuda que ha dado a este país en materia energética y su amistad con Fidel y más tarde con Raúl".
Y por fin habla la astucia: "La historia dirá si el gobierno venezolano manejó adecuadamente los últimos tres meses de lo que sin dudas llegó a ser una agonía del paciente. Aquí se bifurcan los criterios. Algunos dicen que Chávez debió renunciar ante la imposibilidad física de regresar al Palacio de Miraflores y así se hubiera evitado la algarabía de una derecha que apela a métodos deleznables, inhumanos y demasiado pro
estadounidenses. El país cayó en postración".
Después de mucho abundar, llega la critica justiciera: "Es cínico negar el papel de Chávez en su país a favor de las clases más humildes y su influencia en las masas. Estados Unidos, el figurín de Capriles y la gran prensa que
todo lo puede, ha tratado de desvirtuar el costado humano que tuvo Chávez y sus resultados en un país corrompido en la etapa en que se alternaban los políticos tradicionales. Washington, Capriles y la gran prensa minimizan que Chávez convocó a más elecciones que cualquier otro gobierno en América Latina y siempre
ganó aunque fuera por un margen más estrecho.
Si nos guiamos por la gran prensa, ha muerto el Diablo, pues bien, muerto está".
Y al final llega una apreciación certera: "Con numerosos defectos, porque no fue un buen administrador de recursos y pecó de excesos, Chávez sí tiene un papel
jugado en América Latina".
Y remata: "Está por ver si los herederos de Chávez podrán mantener la vitalidad
interna y externa del difunto gobernante".
¿Habrá apertura en Venezuela? Me responde el colega: "Yo no creo que Venezuela sea una dictadura. Que Chávez suplantaba a algunos de sus colaboradores, es cierto, porque su personalidad era avasalladora. Otro defecto en un estadista. Pero no era un tirano".
"Según los términos de la democracia representativa
-justifican los mensajes justicieros de mis colegas de La Habana- Venezuela es democrática. Hay libre rejuego de partidos y prensa privada beligerante. Hay capital extranjero y propiedad privada. Venezuela No tiene que abrirse. Me parece un estereotipo propio de los mentirosos y panfletarios de derecha del ABC de Madrid ".
"Los cubanos que regresan de Venezuela cuentan que allí -me cuentan a mi- nadie habla de dictadura o de socialismo como se entiende en la isla. Los pobres identifican al socialismo con Chávez por sus medidas populares".
Pero también admiten que "sí es posible que pierda ímpetu el chavismo al quedar su líder en el camino por leyes de la naturaleza. Pudieran surgir desavenencias entre sus seguidores imposibles de dirimir con el Presidente muerto".
Las premoniciones de La Habana no pueden ser mas detonantes: "En cuanto a Cuba: si el payaso de Capriles ganara pediría a la OEA que desembarcaran las cañoneras estadounidenses en La Habana. Si gana
Maduro, las relaciones continuarían pero no al mismo nivel. Occidente ya ha votado por Capriles, presentado como un gran demócrata. Ni siquiera porque un ser humano decente –con unos cuantos defectos- ha perdido la batalla ante el cáncer".
"La etapa de Chávez ha quedado atrás con más aciertos que fiascos a
pesar de que la gran prensa lo ha demonizado". También es verdad.
Mas que las discrepancias y los desencuentros de opiniones, la minuciosidad con que mis colegas apuntan es la viva confrontación de un realismo ya enclaustrado con la visión mas transparente de este mundo.
Esta crónica con los destinos tras la muerte, es un reportaje de como se vio el final del caudillo en España y como lo vivió Cuba en la perspectiva de un concepto de prensa única, el peor daño que pueda recibir jamas el derecho inalienable a pensar diferente.