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Huida del corredor de la muerte, de Edward Bunker

Publicado el 28 mayo 2014 por Aramys

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¨…si se os ocurre siquiera atacar a un guardia o a alguien que no sea un recluso, os pisotearé la cabeza contra el suelo. Si pegáis a un guardia, ya os podéis colgar, porque vuestra vida será mucho más horrible que vuestras peores pesadillas. Si matáis a otro preso, no pasa nada, pero si le dais el más mínimo problema a un guardia, desearéis no haberlo hecho. Os dejaremos los sesos hechos papilla…¨

Me moría de ganas de volver a leer a Bunker, lo tenía un poco olvidado después de la magnífica No hay bestia tan feroz. Joder, siempre me pasa igual, salto de un libro a otro y a otro y a otro más, y cuando me quiero dar cuenta ha pasado demasiado tiempo, he olvidado lo bien que me lo pasé leyendo a este o aquel otro autor y me maldigo. En fin. Los relatos de Huida del corredor de la muerte han sido la excusa perfecta para volver a leer a uno de mis autores favoritos de novela negra; de esa novela negra descarnada y bestia que tanto me gusta.

Bienbienbienbien.

Pero dejadme que os hable un poco –solo un poco- de quién era Edward Bunker. Nació en Hollywood en 1933, y ya desde su adolescencia, donde destacaba por su inteligencia y su ímpetu, estuvo metido en problemas con la ley. Criado en hogares de acogida y más tarde en reformatorios –sus padres se divorciaron cuando tenía cuatro años y se desentendieron de él- fue llenando su vida de pequeños delitos hasta que en la adolescencia empezó con delitos mayores, robo de bancos, extorsión, narcotráfico, falsificación y dio con sus huesos en prisión. Estuvo en Folsom y en la famosa San Quintín. Fue en esta última donde dónde se volvió un lector voraz y donde empezó a escribir novela. Estando aún en prisión publicó No hay bestia tan feroz (1973) y siguió escribiendo. En 1975 se le concedió la libertad y nunca más pisó la cárcel. En el 77 publicó La fábrica de animales y siguió escribiendo. Pasó un total de dieciocho años encerrado. También escribió multitud de guiones y apareció en una par o tres de películas, la más famosa Reservoir Dogs, donde hacía de Mr Blue. Murió en 2005 a los 71 años de edad.

Las novelas de Bunker se caracterizan por retratar como nadie el mundo de las prisiones, sobre todo la prisión de San Quintín, donde Bunker estuvo encerrado, pero también por mostrar como ningún otro el alma de los presos, de los convictos, de los fugitivos; sus motivaciones, sus miedos, sus esperanzas, sus frustraciones y sobre todo, sus fracasos. Una y otra vez sus fracasos por intentar reinsertarse en una sociedad que los repudia y que les teme y que les obliga a delinquir, haciéndoles caer en un bucle de violencia y encierro constante, hasta que sin remedio son encerrados hasta el fin de sus días.

¨Había cometido algunos errores en su vida, pero no estaba loco. Su único defecto grave era que no podía resistirse al subidón de adrenalina de un buen golpe.¨

Huida del corredor de la muerte está compuesto por seis relatos, La justicia de los Ángeles 1927, Entrada en la casa de Drácula, Mía es la venganza, Muerte de un soplón, Huida del corredor de la muerte y La vida por delante. El primero de ellos –La justicia de los Ángeles, 1927- es una novelle o novela corta, es el relato más largo, de unas setenta páginas. Todos ellos tienen un punto en común, la cárcel de San Quintín, en mayor o menor medida, todos los relatos orbitan alrededor de esa fábrica de animales como la llamaba Bunker.

No tenía ninguna duda de la capacidad de Bunker para hacer relato –leyendo sus novelas no me cabía duda – creo que era un superdotado, un tipo inteligentísimo que tuvo mala suerte en su vida, sabía que los relatos iban a ser buenos. Pero nunca imagine cuánto. Bunker tiene una capacidad innata, asombrosa para concentrar las historias, los relatos se le daban realmente bien, los desarrollaba con limpieza, con finura, los dotaba de contundencia, de dramatismo, de humanidad, prácticamente deseas ser uno de sus personajes y pasar un tiempo en una celda de San Quintín y participar en la función de la cárcel.

No sé si hay algo llamado género carcelario -o carcelero- de ser así encajaría perfectamente en estos seis relatos, todos ellos ambientados dentro de prisión. Bunker narra a la perfección las rutinas de la cárcel; las normas, el ambiente, la asfixia, la tristeza, la violencia que se respiraba, todo, y lo hace con excelencia, con detalle. Todos los relatos salvo uno –si no me he despistado- están protagonizados por hombres negros, cosa que puede sorprender -ya que Bunker no era precisamente de color-, pero que sin duda es un empeño por mostrarnos como estaba en aquella época el ambiente entre razas; no solo entre blancos y negros, sino también con los chicanos, los mexicanos y sobre todos con los gais, absoluta minoría denostada por todos -sociedad, gobierno, crimen- en aquellos tiempos.

De los seis relatos, todos me han parecido excelentes, sin titubeos, los seis son potentes, dinámicos y esconden una moraleja, ni uno solo flojea, ni los más largos –que son tres- ni los más cortos –que son los otros tres, están equilibrados-. Desde la sucesión de desfavorables consecuencias y rabia contenida de La justicia de los Ángeles, 1923, pasando por la pura venganza de Mía es la venganza, hasta el aparentemente sencillo y simplón La vida por delante, todos son relatos magníficamente escritos, con una pasión desbordante y un conocimiento detallado, con una capacidad para crear personajes y escenarios absolutamente apabullante y con un ritmo demoledor.

Lo cierto es que Bunker me ha dejado con ganas de mucho más, de algo más largo, no más trabajado, si no más largo, estos relatos se me han quedado muy cortos, cuando estaba en pleno éxtasis carcelario, he llegado al último relato. Suerte que aún me quedan novelas suyas por leer.

Bienbienbien.

Sí, Bunker me gusta muchísimo, es ese tipo de escritor que me fascina, duro, crudo, violento y con una escritura fina y trabajada. Realista, conocedor del alma humana, curtido. Las novelas de Bunker son increíbles, pero los relatos no se quedan atrás, pequeñas historias carcelarias concentradas, pequeños golpes feroces. Una lectura imprescindible para todo amante de la novela negra.

Por cierto, excelente la traducción de Zulema Couso, una gozada, gracias. Y excelente, como siempre, la edición de Sajalín, imposible mejorarla.

Huida del corredor de la muerte
Edward Bunker
Sajalin editores 2014
211 páginas.


Huida del corredor de la muerte, de Edward Bunker
Huida del corredor de la muerte, de Edward Bunker

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