Hoy es el Día Mundial del Refugiado. De las personas que han tenido que huir de sus países para salvar sus vidas. De los que son perseguidos por su raza, religión, ideas políticas, nacionalidad o condición sexual. Atrás han dejado sus países, familias y amigos y se enfrentan ahora a una nueva sociedad, no siempre cordial, a unas costumbres distintas, a un idioma desconocido, a un montón de problemas añadidos a su tragedia, entre ellos la crisis económica. El año pasado, de las 3.000 personas que solicitaron asilo en España, 156 lo hicieron en Canarias.
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