Revista Cine
Aún no había comenzado la misa. Algunos conversaban bajito, otros rezaban. De repente, se aparece el diablo frente a la congregación. Todos salen disparados en estado de pánico. Todos, menos un viejito que ni se movió. El diablo le clavó una mirada fulminante preguntando: "¿Y tú, no me tienes miedo?" "¡Qué va, estuve casado con tu hermana por cuarenta años!