Revista Cultura y Ocio
Dos calidades contrastadas, con predominio del humor y la aventura la primera -Música acuática, de T.C. Boyle-, y de lo serio y reflexivo la segunda -El libro y la hermandad, de Iris Murdoch. En ambos casos, lo distintivo es la altura literaria, el extraordinario dominio del lenguaje y la inteligencia de sus autores. Son dos libros -el de Murdoch permanecía inédito en castellano- que ahora ofrece, en su formidable catálogo, Impedimenta. Suma y sigue.
Música acuática es una ficción histórica que narra las disparatadas aventuras de Mungo Park, un soñador que abandona su pacífica Escocia natal para adentrarse en el salvaje e inexplorado corazón del África negra, y de Ned Rise, un estafador y ladrón de cadáveres que, en la línea de los mejores personajes de Charles Dickens, intenta abrirse camino en las calles de un Londres miserable.
En El libro y la hermandad un grupo de amigos y antiguos alumnos de Oxford se reúne bajo el cielo estrellado de una noche de verano. El paso del tiempo cambia las lealtades y durante esa velada los vengativos fantasmas del pasado se presentan para sacudir el presente y destruir esos lazos de amistad que, quizá, ya no lo son tanto. Los estragos del tiempo en las aspiraciones individuales y las antiguas relaciones es la médula espinal de esta novela.
Con libros así, se hace lector cualquiera.