Revista Humor
El hundimiento socialista, siempre a mi juicio, no le viene ya sólo del desastroso resultado de las elecciones del 20N. No le vienes sólo de la pérdida de más de 4 millones de votantes. Insisto que, siempre a mi juicio, le viene y le va a venir por su incapacidad para un análisis crítico, una revisión del contenido de sus políticas.
En el Comité Federal del PSOE se ha escuchado a un Zapatero que insiste que tuvo que tomar las medidas que en ese momento eran las "únicas posibles", medidas impuestas por los actores externos, medidas asociales. Sólo el presidente saliente ha hecho una mínima referencia a que quizás tanto la gestión como la comunicación de las mismas no eran lo apropiado.
Ningúna referencia, ni de él ni del candidato Rubalcaba a que hubiera sido posible otras políticas, sociales y solidarias, distintas de las tomadas.
Como mantienen esa postura enrocada, ya el otro día lo hacía, me pregunto, me sigo preguntando cómo van a criticar ahora las medidas de ajuste de los populares que a buen seguro dirán lo mismo: los mercados lo exigen, la UE nos lo demanda. Exactamente el mismo argumentario que los socialistas siguen utilizando.
Esta expresión de calle "Yo alucino en colores", es lo que más me apetece decir en este momento y lo hago para manifestar de una manera "amable" mi profundo cabreo al ver la incoherencia supina, indecente y profunda de un partido de la importancia del PSOE, con el que yo no comulgo y que como saben los lectores de este blog, en ningún caso he apostado por ellos, pero que, sin duda, es importante en el conjunto del sistema político español porque sigue teniendo un amplio techo de votantes.
Porque ya no sólo han sido las medidas económicas tomadas por el ejecutivo saliente, sino las no tomadas en temas de gran importancia para los votantes de izquierdas. Medidas como la conversión de España en un Estado Laico; como consecuencia la denuncia del Concordato; la reforma de la Ley Electoral que el candidato Rubalcaba, después de estar sus últimos ocho años en el ejecutivo dijo en la campaña que era imprescindible abordarla; la creación de una banca pública; el cambio en la legislación hipotecaria para permitir la dación en pago.... Y una larguísima lista de lo que hubiera podido hacer en un gobierno que ejerciera acorde con sus siglas donde estan los términos "obrero" y "socialista".
Ustedes podrían pensar que sólo me meto con los socialistas últimamente. Sí, de momento pero ya vendrán mis "crónicas populares". Seguro que vendrán. De momento me ataca mucho más el equilibrio de mi epigastrio las políticas insolidarias aplicadas por un partido que reclama, o al menos reclamaba, los supuestos de izquierda.
Tendrá una dura travesía el Partido Socialista porque de momento sólo oigo nombres, candidatos, formas, pero nada que se parezca a una reflexión de sus políticas, de sus objetivos, salvo algunas voces solitarias que para el conjunto seguro que resultarán discordantes.
Mientras, aguardaremos el momento en el que el flamante Rajoy decida comunicarse con el pueblo soberano.